Carta abierta por los improperios de ECOPRODUCCIONES en el marco de ALTAVOZ

Carta abierta por los improperios de ECOPRODUCCIONES en el marco del festival ALTAVOZ 2007. Una texto de Victor Raul Jaramillo, integrante de Reencarnación.

El siguiente no es un texto propio. Yo sólo le hago eco y lo publico porque alguien cercano a mí me solicitó hacerlo tan público como me fuese posible. Por ello hago uso de esta herramienta, abuso del espacio, copio y pego esta carta que Víctor Raúl Jaramillo (Piolín), de Reencarnación, redacta luego de hacer parte del festival Altavoz.
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Decididamente me acuso de soportar parte de esta escena underground del METAL. Mi nombre en el círculo: Piolín. Guitarrista y vocalista de la ya legendaria banda REENCARNACIÓN.

Fuimos banda invitada a ALTAVOZ, evento de la alcaldía de Medellín en esta versión de 2007. En el concierto del Carlos Vieco lugar donde se hicieron las eliminatorias de las bandas concursantes, tuvimos varios problemas técnicos que menguaron nuestra presentación. Todavía en los 80’s.

Decidimos exorcizar este concierto en el realizado ayer en la cancha del Cincuentenario: lodazal para “cerdos” metaleros. Los “cerdos” más hermosos de la historia. “Cerdos” a los que les debemos dar perlas. Y digo cerdos por las aberraciones de los que siempre nos han visto como trafugas de la sociedad y por los que con escarapela y monitor en mano desconocen a los ARTISTAS, aquellos que a fin de cuentas protagonizan el evento y sin los cuales este último no podría ejecutarse.

Piénsese un ALTAVOZ donde sólo se ponga el video del alcalde Fajardo y canten a coro los integrantes de ECOPRODUCCIONES. Al menos sé de 20.000 metaleros, roqueros, punkeros y hardcoreros que se quedarían en sus casas viendo la gloria de los que no piensan, sino que usan la cabeza para darle a un balón, única estrella del fútbol.

El transporte estuvo cumplido. A mi esposa le dieron una escarapela de acompañante que no servía para acompañar: no podía entrar con la banda a sus camerinos. Éramos banda invitada: el concierto era de 2:00 a 11:00 p.m. y nuestra presentación debía hacerse a las 3:50 p.m., encuentro cierta contradicción. Nos negaron la noche, pero los dioses, muertos o no, nos enviaron la lluvia, y dimos muestra de nuestro vigor.

Federico López nos puso a sonar como a nadie, nunca. Fuimos carne molida, turbina que se anuncia ante sus amigos. Nos cortaron el concierto por el agua, que sólo es eso, purificación. Nos adentramos en nuestro camerino, sin mi esposa. Llegó el transporte. Nos fuimos a llevar los instrumentos.

Volvimos a las 7:00 p.m. a ver a nuestros amigos. “No pueden entrar porque ustedes ya tocaron” nos decía un imbécil mandado. ¿Entonces qué? ¿Somos invitados a ALTAVOZ o no? Después de 15 minutos llegó el que manda. “Deben seguir derecho hasta la zona Lodazal VIP”.

En medio del camino nos saludan, nos dan la mano, nos abrazamos. Todos se ajustan a la ley y siguen hasta el lodazal. Yo me quedo con Patricia para una entrevista. Se me mira como un criminal. “Y éste que hace aquí. Será que quiere ver a los de Sepultura. Quiere contagiarse de fama”. Groseros digo yo.

Una vez terminada la entrevista, asumo la ley y me voy para el Lodazal VIP. Ni una sillita. Estábamos cerca del escenario, pero no veíamos nada. Me dieron ganas de orinar. “No, no lo puedo dejar ir al baño. Son órdenes. Usted entró, pero no puede volver a salir”. “¡Paguen que vamos a soltar al tigre!” Hombre, y yo que creía que era un ARTISTA. Entonces me oriné en la cancha. Ayer fui público en todo el sentido de la palabra.

Decidimos salir. “Es que nos queremos ir”. Esperamos la escolta que nos dejaría en la calle. “¡Y no vuelvan por aquí. Cerdos!”

Después de muchas peripecias y de encontrarnos con nuestros amigos en el lodazal del público, Sepultura. Y gracias a ellos que son ARTISTAS.

Definitivamente falta mucho pelo pal moño.

Cabe resaltar finalmente, que el certamen ALTAVOZ busca a partir de las políticas de la alcaldía, la inclusión, el respeto por la diferencia y la sana convivencia en un marco de diálogo y respeto mutuo. Cosa ésta que se ha venido logrando a pesar de estas instituciones de producción que dejan por el piso la dignidad del ARTISTA a contrapelo de los intereses económicos que por otras voces, son buenos de verdad.

La organización de ALTAVOZ en general, debería someter a una previa capacitación a los productores encargados de la parte logística del evento y darles unas pildoritas de humanidad y hacerles ver el reconocimiento con personas que han estado en la escena de la música pariendo las verdes y las maduras.

Es todo por hoy, no sin antes declarar que ALTAVOZ, es mi voz.