Este 12 de noviembre la escena metalera bogotana tuvo la oportunidad de recibir por primera vez a Cavalera Conspiracy, un grupo américo-brasileño conocido y anhelado por los colombianos. Las expectativas eran altas pero la familia Cavalera no decepcionó el corazón de aquellos que compraron la boleta. Efectivamente la banda, conformada por los reconocidos hermanos Cavalera – Max (voz y guitarra) e Igor (batería) – al igual que el bajista Tony Campos y el guitarrista Marc Rizzo, hizo temblar el Teatro Royal Center y no es una figura de estilo. Las potentes cuerdas y la estremecedora e imponente batería retumbaron contra las paredes del recinto, haciendo vibrar hasta las fibras de los jeans de los espectadores. Un sonido contundente y poderoso, insignia de los Cavalera.
En general, el concierto se realizó sin problema alguno, con una gran energía, profesionalismo y muchos bajos. La banda tocó canciones propias como Sanctuary, Killing Inside, Inflikted y Blunt Force Trauma, al igual que grandes clásicos de Sepultura como Inner Self, Territory y la coreada Troops of Doom, que no estaba en el set-list, pero que hizo cantar a los amantes de dicha banda. Efectivamente, los 'oe oeee' unísonos del público llenaron estruendosamente el teatro, motivados por el carismático cantante de rastas largas y mechas rosadas.
Pero no solo esa canción causó conmoción, cada nota que resonó por los amplificadores a lo largo de la hora y media que duró el concierto, fue causa de hilaridad, silbidos y aplausos. Además el público tuvo derecho a un momento especial... oír las voces rasgadas de los dos hijos del cantante, quienes acompañaron a la banda durante un breve instante, con mucha actitud, tal como su padre. Y al final, cuando se pensaba que los músicos lo habían dado todo con \'Attitude\' de Sepultura, cerraron definitivamente la noche con \'Roots\', de la misma banda, durante la cual el cantante lució una camiseta de la selección Colombia.
En realidad, Max casi no tuvo que cantar pues el público presente fue único y coreó todas las canciones que la agrupación tocó, sin vacilar un solo instante. Un aplauso para la audiencia: sudó, pogueó, cantó y saltó sin cesar. Hubo incluso un personaje que logró subirse al escenario, desafiando la seguridad del evento, abrazó al cantante y terminó su corta intrusión con un 'stage diving' que hoy en día es muy raro presenciar. Mientras que por otro lado, un gran 'pit' no dejó de tomar forma gracias a los participantes con la testosterona a flote y las camisetas en el aire.
Resumiendo, el concierto fue más de lo esperado. Los oyentes salieron emocionados y probablemente afónicos. La banda colombiana, Stained Glory, fue adecuada para abrir dicho evento. Esta agrupación que participó en el Rock al Parque 2012, se subió al escenario con toda la actitud y si bien la audiencia fue más tímida – realmente nunca demuestra gran euforia con las bandas nacionales teloneras, incluso si son buenas-, los recibió y aplaudió calurosamente. Una noche de puente que muchos recordarán.
Reseña por Alexandra Iwanoff
Fotos por Angie Barrera
Más Fotos del Concierto Cavalera Conspiracy en Colombia en: www.rockombia.com/galeria/cavalera-conspiracy-en-bogota-2012
En general, el concierto se realizó sin problema alguno, con una gran energía, profesionalismo y muchos bajos. La banda tocó canciones propias como Sanctuary, Killing Inside, Inflikted y Blunt Force Trauma, al igual que grandes clásicos de Sepultura como Inner Self, Territory y la coreada Troops of Doom, que no estaba en el set-list, pero que hizo cantar a los amantes de dicha banda. Efectivamente, los 'oe oeee' unísonos del público llenaron estruendosamente el teatro, motivados por el carismático cantante de rastas largas y mechas rosadas.
Pero no solo esa canción causó conmoción, cada nota que resonó por los amplificadores a lo largo de la hora y media que duró el concierto, fue causa de hilaridad, silbidos y aplausos. Además el público tuvo derecho a un momento especial... oír las voces rasgadas de los dos hijos del cantante, quienes acompañaron a la banda durante un breve instante, con mucha actitud, tal como su padre. Y al final, cuando se pensaba que los músicos lo habían dado todo con \'Attitude\' de Sepultura, cerraron definitivamente la noche con \'Roots\', de la misma banda, durante la cual el cantante lució una camiseta de la selección Colombia.
En realidad, Max casi no tuvo que cantar pues el público presente fue único y coreó todas las canciones que la agrupación tocó, sin vacilar un solo instante. Un aplauso para la audiencia: sudó, pogueó, cantó y saltó sin cesar. Hubo incluso un personaje que logró subirse al escenario, desafiando la seguridad del evento, abrazó al cantante y terminó su corta intrusión con un 'stage diving' que hoy en día es muy raro presenciar. Mientras que por otro lado, un gran 'pit' no dejó de tomar forma gracias a los participantes con la testosterona a flote y las camisetas en el aire.
Resumiendo, el concierto fue más de lo esperado. Los oyentes salieron emocionados y probablemente afónicos. La banda colombiana, Stained Glory, fue adecuada para abrir dicho evento. Esta agrupación que participó en el Rock al Parque 2012, se subió al escenario con toda la actitud y si bien la audiencia fue más tímida – realmente nunca demuestra gran euforia con las bandas nacionales teloneras, incluso si son buenas-, los recibió y aplaudió calurosamente. Una noche de puente que muchos recordarán.
Reseña por Alexandra Iwanoff
Fotos por Angie Barrera
Más Fotos del Concierto Cavalera Conspiracy en Colombia en: www.rockombia.com/galeria/cavalera-conspiracy-en-bogota-2012