Bogotá, Teatro Metropol
Martes 28 de febrero de 2012
Por segunda vez en el año los empresarios hicieron una apuesta que podría parecer arriesgada; por segunda vez en el año regresó a nuestro país una banda que había dejado al público colombiano pidiendo más después de lo breves que son esos abrebocas en Rock Al Parque.
La primera información que tuve al respecto fue un post de Asis Nasseri en su Facebook oficial en el que preguntaba a los fans colombianos por algún promotor PROFESIONAL (énfasis en la palabra hecha por él mismo) con el que pudieran trabajar para hacer los shows que querían realizar en Bogotá y Medellín. Así las cosas no pintaban muy bien; sin embargo, la gente de InnovaMotion apareció y se hizo cargo de los dos espectáculos (aunque el segundo concierto fue en Manizales y no en Medellín). Cabe decir que, al menos el show en Bogotá, no tuvo tropiezos, el recinto (a pesar de no ser un teatro convencional como se había anunciado en un principio) fue el adecuado y el sonido se manejó de manera adecuada al igual que la logística.
Así llegó el 28 de febrero y el Metropol, aunque no a reventar, sí estaba bastante lleno. Del público cabe resaltar dos cosas, primero su variedad, pues había desde fanáticos enfundados en cuero hasta personas mayores que se acomodaron en el balcón con binoculares en mano para disfrutar del espectáculo; segundo, su educación, tanto con logística, como con los otros asistentes (muchos hablaron de lo bueno que fue estar en la localidad Platino sin sentirse constantemente empujado y aplastado por los demás) y con la banda telonera, Lord Master. Los bogotanos demostraron una buena calidad sonora y, aunque el público era honesto y solicitaba que terminaran para que saliera Haggard, no se amedrentaron; aplauso para ellos por manejo de audiencia y para el público, pues sencillamente respondía a las preguntas de la banda en vez de sacarlos a punta de chiflidos o botellazos.
Pasadas las 9:15 se apagaron las luces y entre los gritos de la multitud se escuchó el inicio de Heavenly Damnation, del Awaking Centuries. Las luces se encendieron y las 11 figuras en el escenario continuaron inmediatamente con The Final Victory, “¡Hola, Colombia! ¿Cómo estás? Estamos muy contentos de volver a Bogotá”, saludó Asis Nasseri una vez terminada la canción y añadió que casi tres años después de su presentación en Rock al Parque ya era hora de que Haggard regresara a Colombia. Desde algunos lugares del público se escuchó parte de feliz cumpleaños para Su Ehlers, la soprano de la banda, que ese día cumplía 22 años.
A continuación, del Eppur Si Muove llegó The Observer, a la que siguió la envolvente In a Fullmoon Procession; ambas canciones, y todo el repertorio en general, demostraron el talento musical en vivo de la agrupación, al igual que el carisma de todos sus integrantes. Siguió la primera del Tales of Ithiria, Upon Fallen Autumn Leaves, y si efectivamente Su había estado un poco enferma de la garganta desde el concierto en El Salvador no se notó. Después un breve silencio en el que Asis empezó un juego que continuó todo el concierto, en momentos al azar tocaba los acordes iniciales de South of Heaven de Slayer, después comentaría que esa ha sido una de sus bandas favoritas desde que era joven.
Del álbum de 1997, And Thou Shall Trust…The Seer, llegaron The Day As Heaven Wept y Origin of a Crystal Soul; fue una buena idea de parte de Haggard incluir en su repertorio varias canciones de todos sus álbumes, una iniciativa que encontró buena respuesta en el público que conocía y disfrutaba todos los temas. A continuación un salto en el tiempo que trajo la historia de The Sleeping Child.
Después, Asis tomó el micrófono y preguntó, “Bogotá, did you ever touch the starlight? Dreamed for a thousand years?”, Eppur Si Muove no necesitaba más presentación y el público continuó recitando con él los versos hasta “and in the hour of darkness it will guide your way: la bellezza del paese di Galilei”. Acompañaron de igual manera a Su durante la estrofa inicial y cada que se repetía ella dejaba que el público llenara sólo el silencio del teatro con algunos versos.
A continuación Asis preguntó cuántos músicos clásicos había en la audiencia y luego procedió a presentar a Hans Wolf, el tecladista de la banda y un músico de trayectoria, quien compuso la canción que vendría a continuación In Des Könings Hallen, una hermosa pieza clásica en la que destacaron los instrumentos de cuerda y viento. Después vendría, del mismo álbum, Tales of Ithiria.
Para la siguiente canción Asis solicitó que quienes de las asistentes tuvieran formación como sopranos levantaran la mano y fueran al escenario, ya que se necesitarían para acompañar a Su. Después de un momento de bromas con el público (varios hombres levantaron la mano) subieron al escenario dos jóvenes que no podrían estar más felices, que acompañaron bastante bien a Su en la interpretación de Herr Mannelig. Durante esta canción Giacomo Astorri (bajo) y Claudio Quarta (guitarra) se pasearon entre el público.
Lost (Robin’s Song) se anunció a continuación como la primera de las dos últimas canciones del concierto, pero antes Asis aprovechó para agradecer a quienes hicieron posible el concierto, técnicos de sonido, encargados de las luces, promotores nacionales e internacionales y, por supuesto, la audiencia; añadió además que después del concierto se quedarían firmando autógrafos y tomándose fotos con los fanáticos (y así lo hicieron aunque debieron terminar de hacerlo en la calle), estos dos gestos dejaron muy en alto el nombre de los integrantes de Haggard no sólo como músicos, sino como excelentes personas. Después llegaría “la última” canción, Per Aspera Ad Astra, que desde el inicio del concierto habían estado pidiendo los fanáticos desde todas partes del recinto.
Por supuesto, esa no fue la última canción, y después de un breve descanso Asis regresó al escenario y presentó a todos los miembros de la banda, con Su al final, para quien pidió, nuevamente, que se cantara el feliz cumpleaños. Después dijo que interpretarían una canción sobre una batalla y que era un honor especial para Haggard tocar esta canción para sus fans colombianos; y así, sin que fueran las 6, llegó el Himno Nacional de Colombia, tal vez el momento más emotivo de todo el concierto y, definitivamente, un gesto increíble por parte de la banda que en cada país que visitó interpretó el himno nacional local.
Ahora sí llegaría la última canción del concierto, ¿qué otra si no Awaking The Centuries? 10 minutos en los que el público aprovechó al máximo, cantó, bailó, saltó y gastó todas las energías que le quedaban; 10 minutos que en realidad parecieron la mitad, el tiempo voló y esta vez sí terminó el concierto. Sin embargo, después de agradecer de corazón la recepción del público bogotano, Asis anunció que actualmente están en conversaciones con promotores para ver si regresan este mismo año “aún no hay nada confirmado”, aclaró, pero expresó el deseo de toda la banda de regresar pronto.
Así pues, con la promesa de un reencuentro y con la certeza de que quienes quisieran podrían conocer a los integrantes de la banda en contados instantes, terminó el concierto. Haggard despertó a los siglos en Bogotá y, esperamos, que la experiencia haya sido igual de grata para todos en Manizales.
Por Juanita Navarro
Más fotos en: http://www.rockombia.com/galeria/haggard-en-bogota-2012
Video de Haggard Interpretando el Himno Nacional de Colombia: http://youtu.be/DaYQKRs3lD0
Martes 28 de febrero de 2012
Por segunda vez en el año los empresarios hicieron una apuesta que podría parecer arriesgada; por segunda vez en el año regresó a nuestro país una banda que había dejado al público colombiano pidiendo más después de lo breves que son esos abrebocas en Rock Al Parque.
La primera información que tuve al respecto fue un post de Asis Nasseri en su Facebook oficial en el que preguntaba a los fans colombianos por algún promotor PROFESIONAL (énfasis en la palabra hecha por él mismo) con el que pudieran trabajar para hacer los shows que querían realizar en Bogotá y Medellín. Así las cosas no pintaban muy bien; sin embargo, la gente de InnovaMotion apareció y se hizo cargo de los dos espectáculos (aunque el segundo concierto fue en Manizales y no en Medellín). Cabe decir que, al menos el show en Bogotá, no tuvo tropiezos, el recinto (a pesar de no ser un teatro convencional como se había anunciado en un principio) fue el adecuado y el sonido se manejó de manera adecuada al igual que la logística.
Así llegó el 28 de febrero y el Metropol, aunque no a reventar, sí estaba bastante lleno. Del público cabe resaltar dos cosas, primero su variedad, pues había desde fanáticos enfundados en cuero hasta personas mayores que se acomodaron en el balcón con binoculares en mano para disfrutar del espectáculo; segundo, su educación, tanto con logística, como con los otros asistentes (muchos hablaron de lo bueno que fue estar en la localidad Platino sin sentirse constantemente empujado y aplastado por los demás) y con la banda telonera, Lord Master. Los bogotanos demostraron una buena calidad sonora y, aunque el público era honesto y solicitaba que terminaran para que saliera Haggard, no se amedrentaron; aplauso para ellos por manejo de audiencia y para el público, pues sencillamente respondía a las preguntas de la banda en vez de sacarlos a punta de chiflidos o botellazos.
Pasadas las 9:15 se apagaron las luces y entre los gritos de la multitud se escuchó el inicio de Heavenly Damnation, del Awaking Centuries. Las luces se encendieron y las 11 figuras en el escenario continuaron inmediatamente con The Final Victory, “¡Hola, Colombia! ¿Cómo estás? Estamos muy contentos de volver a Bogotá”, saludó Asis Nasseri una vez terminada la canción y añadió que casi tres años después de su presentación en Rock al Parque ya era hora de que Haggard regresara a Colombia. Desde algunos lugares del público se escuchó parte de feliz cumpleaños para Su Ehlers, la soprano de la banda, que ese día cumplía 22 años.
A continuación, del Eppur Si Muove llegó The Observer, a la que siguió la envolvente In a Fullmoon Procession; ambas canciones, y todo el repertorio en general, demostraron el talento musical en vivo de la agrupación, al igual que el carisma de todos sus integrantes. Siguió la primera del Tales of Ithiria, Upon Fallen Autumn Leaves, y si efectivamente Su había estado un poco enferma de la garganta desde el concierto en El Salvador no se notó. Después un breve silencio en el que Asis empezó un juego que continuó todo el concierto, en momentos al azar tocaba los acordes iniciales de South of Heaven de Slayer, después comentaría que esa ha sido una de sus bandas favoritas desde que era joven.
Del álbum de 1997, And Thou Shall Trust…The Seer, llegaron The Day As Heaven Wept y Origin of a Crystal Soul; fue una buena idea de parte de Haggard incluir en su repertorio varias canciones de todos sus álbumes, una iniciativa que encontró buena respuesta en el público que conocía y disfrutaba todos los temas. A continuación un salto en el tiempo que trajo la historia de The Sleeping Child.
Después, Asis tomó el micrófono y preguntó, “Bogotá, did you ever touch the starlight? Dreamed for a thousand years?”, Eppur Si Muove no necesitaba más presentación y el público continuó recitando con él los versos hasta “and in the hour of darkness it will guide your way: la bellezza del paese di Galilei”. Acompañaron de igual manera a Su durante la estrofa inicial y cada que se repetía ella dejaba que el público llenara sólo el silencio del teatro con algunos versos.
A continuación Asis preguntó cuántos músicos clásicos había en la audiencia y luego procedió a presentar a Hans Wolf, el tecladista de la banda y un músico de trayectoria, quien compuso la canción que vendría a continuación In Des Könings Hallen, una hermosa pieza clásica en la que destacaron los instrumentos de cuerda y viento. Después vendría, del mismo álbum, Tales of Ithiria.
Para la siguiente canción Asis solicitó que quienes de las asistentes tuvieran formación como sopranos levantaran la mano y fueran al escenario, ya que se necesitarían para acompañar a Su. Después de un momento de bromas con el público (varios hombres levantaron la mano) subieron al escenario dos jóvenes que no podrían estar más felices, que acompañaron bastante bien a Su en la interpretación de Herr Mannelig. Durante esta canción Giacomo Astorri (bajo) y Claudio Quarta (guitarra) se pasearon entre el público.
Lost (Robin’s Song) se anunció a continuación como la primera de las dos últimas canciones del concierto, pero antes Asis aprovechó para agradecer a quienes hicieron posible el concierto, técnicos de sonido, encargados de las luces, promotores nacionales e internacionales y, por supuesto, la audiencia; añadió además que después del concierto se quedarían firmando autógrafos y tomándose fotos con los fanáticos (y así lo hicieron aunque debieron terminar de hacerlo en la calle), estos dos gestos dejaron muy en alto el nombre de los integrantes de Haggard no sólo como músicos, sino como excelentes personas. Después llegaría “la última” canción, Per Aspera Ad Astra, que desde el inicio del concierto habían estado pidiendo los fanáticos desde todas partes del recinto.
Por supuesto, esa no fue la última canción, y después de un breve descanso Asis regresó al escenario y presentó a todos los miembros de la banda, con Su al final, para quien pidió, nuevamente, que se cantara el feliz cumpleaños. Después dijo que interpretarían una canción sobre una batalla y que era un honor especial para Haggard tocar esta canción para sus fans colombianos; y así, sin que fueran las 6, llegó el Himno Nacional de Colombia, tal vez el momento más emotivo de todo el concierto y, definitivamente, un gesto increíble por parte de la banda que en cada país que visitó interpretó el himno nacional local.
Ahora sí llegaría la última canción del concierto, ¿qué otra si no Awaking The Centuries? 10 minutos en los que el público aprovechó al máximo, cantó, bailó, saltó y gastó todas las energías que le quedaban; 10 minutos que en realidad parecieron la mitad, el tiempo voló y esta vez sí terminó el concierto. Sin embargo, después de agradecer de corazón la recepción del público bogotano, Asis anunció que actualmente están en conversaciones con promotores para ver si regresan este mismo año “aún no hay nada confirmado”, aclaró, pero expresó el deseo de toda la banda de regresar pronto.
Así pues, con la promesa de un reencuentro y con la certeza de que quienes quisieran podrían conocer a los integrantes de la banda en contados instantes, terminó el concierto. Haggard despertó a los siglos en Bogotá y, esperamos, que la experiencia haya sido igual de grata para todos en Manizales.
Por Juanita Navarro
Más fotos en: http://www.rockombia.com/galeria/haggard-en-bogota-2012
Video de Haggard Interpretando el Himno Nacional de Colombia: http://youtu.be/DaYQKRs3lD0