Entrevista con Bobby "Blitz" Ellsworth de Overkill

ENCARANDO A LA MUERTE

Un tipo como Bobby “Blitz” Ellsworth bien merece una estatua en el museo de cera, o mejor del acero de la música pesada. Por treinta años él junto a su demoledora agrupación Overkill se han encargado de revitalizar el thrash metal. Colombia se quitó la maldición que les impedía visitarnos y ahora como cabezas de cartel del festival Rock al Parque no nos podíamos quedar con las ganas de hablar con esta leyenda. Disfruten una charla sobre la evolución del thrash, la amistad sincera y tocar más allá del túnel de la muerte.

Entrevista y traducción: Alejandro Bonilla Carvajal



Hace unos años Overkill estuvo muy cerca de visitar Colombia. Desafortunadamente los errores de ciertos promotores nacionales no permitieron que esto fuera posible. ¿Cómo le sienta la noticia de que finalmente usted y su banda estarán en Bogota ante 40.000 personas?



Creo que será una gran experiencia. Recuerdo que nuestros conciertos programados para Cali y Bogotá hace unos años fueron cancelados, sin embargo no tengo presente las razones. Si no me equivoco fue por problemas con los organizadores y no por una decisión nuestra. Mantenernos en esta escena por más de veinticinco años con el chance de poder tocar en diferentes sitios me parece sensacional. Suramérica siempre ha estado abierta a nuestro grupo, hemos actuado un par de veces en Brasil y una en Argentina y Chile. Este será nuestro primer concierto en Colombia. Poder hacer lo que nos gusta en nuevos territorios hace que tras tantos años esto continúe valiendo la pena.

Usted lo ha dicho, es más de un cuarto de siglo dedicados a descargar thrash metal por medio mundo. Sin embargo este tipo de música en particular requiere un buen estado físico y los tiempos no son los más favorables para vender discos ¿cuál es la motivación para seguir editando trabajos discográficos?



No creo que debamos compararnos dentro de la industria de la música. Si miras detalladamente el movimiento del thrash metal y los amigos que tenemos entenderás que somos una industria paralela a la de la música en general. Para mi todo consiste en lo que D.D. (Verni) y yo amamos hacer. Seríamos unos tontos sino aprovecháramos la oportunidad que tenemos. Obviamente hay que trabajar duro y tener un buen entendimiento del negocio. Por ello no me gusta compararme con otros movimientos llámense “los cuatro grandes” o los “cuatro pequeños” (risas). No pretendemos hacer reuniones sino continuar en esto denominado Overkill.

A ese duro trabajo constante se le suma un sinnúmero de agrupaciones de jovencitos que hoy en día quieren emular los pasos de Overkill. ¿Es eso beneficioso para su grupo cuando hace diez años a nadie parecía importarle la suerte del thrash metal?



Una década atrás igual estábamos haciendo cosas. Esta no es una banda que se haya detenido y por ello no ha habido lugar a una reunión. Hemos tenido algunos cambios en la formación pero Dave Linsk es el tercer integrante con más tiempo en este conjunto. Tenemos un line up sólido. Saber que hay un montón de bandas haciendo este tipo de música me parece fantástico si podemos llegarle a interesar a los fans más jóvenes del thrash metal. Pudimos ver como todo despegó con bandas como Overkill, Exodus o Testament y considero que la gente de menor edad está interesada en profundizar en las raíces de esta clase de música. Tal vez con ello podemos vernos beneficiados.



Colombia es un país que no tuvo una emisora dispuesta a programar a bandas como Overkill en los años ochenta y en la actualidad mucho menos. Por lo tanto, lastimosamente para un amplio sector del público el thrash metal se reduce al “Big 4” (Metallica, Slayer, Megadeth y Anthrax) ¿qué opinión le merece la jugosa gira que vienen haciendo estos grupos y que se les cite en lo más alto del thrash cuando Overkill fue de la bandas pioneras del estilo?



Pienso que es un gran logro lo que han venido haciendo esas cuatro agrupaciones. El éxito de una gira así demuestra el actual interés por esta clase de música en el mundo. Puede que en Colombia no haya existido una emisora que trasmitiera a Overkill o Exodus pero si lo hizo con Metallica y Megadeth y eso ya es un triunfo. Conozco a los chicos de esas bandas desde que empezaron a tocar así que solo puedo celebrar su triunfo. No puedo sentir ningún tipo de envidia hacia ellos, simplemente puedo disfrutar de lo que tengo ya que lo he conseguido por mis meritos. Me alegra lo que han alcanzado mientras yo me concentro en lo que me pertenece.

La década de los noventa fue un periodo amargo para el metal. En aquellos días la atención de las masas estaba puesta en tendencias como el rock alternativo y el nu metal. Sin embargo Overkill se despacharon discazos como “W.F.O.” y “The Killing Kind” sin hacer mayor alboroto. ¿Nunca se le pasó por la cabeza dejar las cosas tiradas y tal vez en estos tiempos sacarle provecho a una gira de reunión como han venido haciendo muchos contemporáneos suyos



Amamos lo que hacemos. Tienes que recordar que cuando emergió el grunge el metal se vio fracturado, los sonidos fuertes se vieron amilanados por lo que era publicitado en ese entonces. No obstante cuando la música electrónica empacó su maleta y se devolvió a vivir con papi y mami hubo más habitaciones para que otras bandas se quedaran. Como Overkill fue uno de esos conjuntos que se quedó hubo menos competencia para cuando el grunge explotó. Algunos de los conciertos más concurridos de Overkill sucedieron en los años noventa, incluso comparados con los tiempos actuales. La razón de ello es que en esa época había menos grupos para ir a ver. Para 1990-1991 debían haber unas 80 o 100 bandas de thrash metal de gira, en 1995 quedaban solo 7 (risas). Es tan solo una situación matemática. No se trata de que a la gente no le gustara el thrash metal, era cuestión de popularidad. En los noventa hubo 7 bandas de thrash metal haciendo giras y fueron más exitosas en el underground que en el presente. Recuerdo hacer conciertos majestuosos y no precisamente en sitios mierdosos, te hablo de grandes recintos y teatros abarrotados de público, todo porque no teníamos mayor competencia alrededor.



Hablemos ahora de “Ironbound” el disco que publicó su grupo el año pasado. Después de oírlo con mucha atención lo que más me llama la atención es esa magia para crear fabulosas armonías sin perder un ápice de potencia y velocidad.



Overkill siempre ha tenido diferentes elementos. La cosa más interesante para mi es que tenemos un sonido característico pero logramos sumarle nuevos detalles. Tenemos un poco de rock and roll, un poco de heavy metal, un poco de punk y unas melodías muy gancheras que podemos agregar para hacer lo que un disco de Overkill representa. Toda esa mezcla nos ha funcionado y ahí tienes un álbum como “Ironbound” que es muy poderoso a la par que captura los elementos que te mencionaba. Las guitarras melódicas en el tema “Ironbound” son de las cosas más bellas que este grupo ha compuesto, es casi como una canción pop o clásica (risas). “Give a Little” tiene una línea vocal muy punk respaldada por un riff de guitarra muy brutal. La influencia del New Wave of British Heavy Metal en una pieza como “Bring Me the Night” es una mezcla de rock and roll y velocidad. Combinar aquellos ingredientes y ver lo que resulta es lo que nos interesa a los integrantes de Overkill.

Ya que hablamos de los elementos que componen el sonido de Overkill se me vienen a la cabeza trabajos como “Necroshire”, “Bloodletting” e incluso “Killbox 13” donde las cosas iban más por el camino de la densidad. Yo percibía cierta influencia de Black Sabbath que los alejaba del raudo sonido thrash de los ochenta. En años más recientes producciones como “Immortalis” o la nueva “Ironbound” redireccionan a Overkill hacia sus raíces. ¿Hubo un lapso de experimentación donde la velocidad dejo de ser una prioridad?



No creo que estuviéramos detrás de un nuevo sonido. Te repito Overkill es Overkill y poseemos diferentes elementos que cuando son conjugados al máximo nivel nos llevan a algo que nos da satisfacción escuchar. Cuando te detienes en trabajos como “Killbox 13” o “Bloodletting” debo decir que no todos los elementos llegaron a la cima. No porque hubiese falencias, sencillamente nos inclinamos hacia un estilo. Por ejemplo “Bloodletting” me resulta lo más hardcore que hayamos efectuado. “Killbox 13” era más pesado en su intención. Por el contrario “Ironbound” tiene un muy buen balance entre brutalidad y melodía, entre rock and roll y punk dentro de un corazón de heavy metal, por ello es que funciona tan bien. Nuestros anteriores discos no contaban con toda esa gama de sonidos, no porque decidiéramos dejar algo al margen, sencillamente porque hacer el álbum perfecto no es fácil (risas). No se trata del factor tiempo, se trata de la química y la compenetración que exista entre los integrantes del grupo. Considero que en la nueva producción todo se condensó para conseguir lo que deseábamos.

No pongo en duda ni por un instante la calidad contenida en “Ironbound”. Sin embargo por lo general los músicos tienden a decir que su último disco es el mejor de sus carreras. Overkill han publicado 15 álbumes en su carrera, con sinceridad ¿cuál ha sido su favorito y cuál le decepcionó?



Mi álbum favorito es “Horrorscope” que se publicó en 1991. Pienso que ese fue un gran salto para D.D. Verni y para mi ya que demostrábamos nuestras capacidades como compositores tras la salida de Bobby Gustafson quien también escribía. El álbum que menos me gusta es el tercero que editamos, “Under the Influence”, probablemente por el choque que hubo entre la producción y las composiciones perdiendo naturalidad.



Por encima de la extensa discografía creo que Overkill es una banda para ver en vivo, al menos eso es lo que me ha enseñado su último DVD filmado en el festival de Wacken. Infortunadamente como le mencionaba en Colombia adolecemos de los medios suficientes para que todo el mundo conozca la importancia de un grupo como el suyo. Rock al Parque es un festival gratuito, asistirían acérrimos fanáticos pero también habrán quienes vayan por pura curiosidad o por simple despiste. Para todos aquellos que no saben que es Overkill sobre una tarima ¿alguna advertencia?



Una de las cosas de las que me siento orgulloso tras haber realizado 3.500 conciertos aproximadamente es de no haber decepcionado a nadie (risas). Nunca me quedé con dinero a cambio de un show que no valiera la pena. Al ser la entrada a Rock al Parque gratuita no estamos hablando de dinero pero si de dejar el nombre de Overkill en alto. La definición de Overkill es “dar más de lo que se necesita”. Es un show enérgico, lleno de adrenalina que es nuestra droga favorita (risas). Este grupo tiene la reputación de siempre ofrecer más de lo imaginado sobre el escenario y ese escenario nos pertenece sin importarnos quien haya tocado antes o quien lo haga después.

La gente esta deseosa por saber que material van a tocar en Rock al Parque.



Haremos una mezcla de nuestras distintas etapas. Creo que tocaremos una hora y cuarto con material de “Ironbound”, luego nos trasladaremos al pasado con algunas canciones de “Feel the Fire”, “The Years of Decay”, “Horrorscope” y de “Taking Over”. Como decía lo que nos interesa es la energía y pondremos las canciones que nos la brindan. Nadie va a salir decepcionado.

Me gustaría hacer un poco de memoria. A inicios de los años ochenta ¿como era la escena musical en la costa este con Overkill y Anthrax? ¿Por qué no hubo la misma eclosión de bandas que se presentó en el área de California?



California iba a su ritmo con el sonido del área de la bahía. Tu puedes reconocer a las bandas que provenían de esa zona por su forma de componer. Las líneas vocales y los solos de guitarra los delatan. Lo interesante del área de New York es que cada grupo era autentico en su estilo. Yo opino que Anthrax es muy diferente a Overkill. Otro conjunto de esa zona era Carnivore que también tenía su marca particular. Aquí hubo mucha originalidad mientras que en California existía un sonido que se incorporaba a todas las bandas.



Overkill tuvo sus días dentro de un sello multinacional como lo es Atlantic Records. ¿Cómo compara esos tiempos a hoy que militan en un casa especializada llamada Nuclear Blast?



Las grandes discográficas eran necesarias en ese entonces. Era un paso obligatorio para llegar a donde estamos hoy. No fuimos la única banda que firmó con una multinacional: Metallica tuvo contrato con Elektra, Capitol se hizo a Megadeth y Anthrax, Testament entró a Atlantic con nosotros. Todos estaban con un sello mayor. Fue una experiencia donde vimos como algunos de nuestros álbumes gozaban de una gran maquinaria de promoción sin necesidad de baladas. No existía el Internet, estábamos en la era de MTV que nos llevaba a diferentes tipos de personas. No soy un gran fan de los videos ni es mi parte favorita cuando de promoción se trata, pero era necesario hacer un video para una canción como “Elimination”. Aquello fue lo que no dio a conocer a finales de los ochenta e inicios de los noventa. Los grandes sellos nos permitieron sobrevivir en tiempos difíciles, de otra forma hubiéramos desaparecido.

Pese a los cambios de alineación que ha sufrido Overkill, junto a usted se ha mantenido firme el bajista D.D. Verni ¿cómo han hecho para llevar una relación fructífera por treinta años? ¿Cómo dominar el sentimiento de “quiero matar a ese tipo”?



(Risas) Si lo hubiera hecho jamás te lo contaría (risas). Tengo una buena historia para contarte. Hace ocho años fuimos por primera vez al Japón y nos convidaron tanto a D.D. como a mi a que hiciéramos unas entrevistas. En el hotel había un traductor que tomaba las preguntas del japonés y nos las formulaban en inglés. Tras varios interrogantes D.D. no soltaba una palabra hasta que llegó la misma pregunta que me estas haciendo: ¿cómo han hecho para estar juntos por tantos años? Entonces D.D. se levantó y exclamó “si no fuera por mi Bobby Blitz sería un puto alcohólico” (risas). Él lo decía en serio, mientras el traductor lo miraba con cara de ¿qué esta diciendo este tipo? Todos en esa sala se quedaron fríos mientras yo no paraba de reír. Creo que eso describe como es nuestra relación. Nos tomamos la música en serio pero no tanto a nosotros mismos. Somos amigos y la pasamos bien, eso es lo más importante.

Ya que hablamos de D.D. él conformó hace unos años otra banda llamada The Bronx Casket Co. ¿no ha pensado usted en desarrollar un proyecto paralelo a Overkill?



Hice un disco hace tres o cuatro años con la banda The Cursed, desconozco si llegó a Colombia ya que fue publicado por un pequeño sello en Estados Unidos y Europa. Recibió muy buenas críticas. Era un trabajo de blues-doom-rock, como si Black Sabbath jugara con el jazz y le metiera saxofones. No hablo de doom en la onda Candlemass, hablo de una mezcla entre Clutch y los Stray Cats. Contrabajo, saxofón, teclados y todo muy rockero. Aquello se llama The Cursed y te lo recomiendo.



¿Qué hay en el Ipod de Bobby Blitz de camino a Bogotá, Colombia?



Creo que con lo que tengo en el Ipod viajo en el tiempo. Tengo el primer disco de King´s X, esta semana metí la antología de Rainbow. Siempre hay mucho Motörhead, en especial los fines de semana ya que me encanta. De los grupos nuevos me gusta Suicidal Angels, Evile, Gama Bomb. Soy un tipo al que le fascina el rock and roll, adoro a The Rolling Stones. Sin un personaje como Keith Richards no existiría una movida del heavy metal. Él fue el primer tipo sucio en el negocio (risas). Soy fan también de The Beatles. Tengo un gusto muy amplio, escucho desde The Beatles hasta ZZ Top pasando por Napalm Death.

En el año 2002 usted sufrió un ataque cardiaco en medio de un concierto en Alemania ¿cambio su vida desde entonces?



Lo bonito de un ataque es que no te acuerdas de él (risas). Cuando desperté me dijeron “sufriste un ataque” pero yo me sentía bien. Sin embargo no podía caminar. A la semana siguiente yo me debía casar con mi novia que se encontraba en Holanda así que lo primero que pensé fue ¿cómo voy a tener sexo sino se me para? (risas) Así que definitivamente mi vida cambió (risas).

Hablando en serio, no fue un gran cambió. Yo lo que deseaba era salir del hospital para seguir tocando. Aquello no me debilitó, yo no andaba en silla de ruedas. En el hospital había gente que estaba mucho peor que yo. Soy un afortunado y he aprendido a valorar lo que tengo. Me resulta grato poder disfrutar de Rock al Parque en lugar de estar obstaculizado por mi salud.

Saludo para los visitantes de Rockombia