El cantante británico Ozzy Osbourne, figura central en la historia del heavy metal, falleció a los 76 años de edad, según confirmó su familia este lunes.
“Con una tristeza que las palabras no pueden expresar, tenemos que comunicar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba acompañado por su familia y rodeado de amor”, señala el comunicado difundido por sus allegados, quienes también pidieron respeto por su privacidad en este momento.
Osbourne había sido diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en 2019, condición que marcó sus últimos años, aunque no detuvo por completo su actividad artística. Apenas unas semanas atrás, ofreció su despedida a los fans en el estadio Villa Park de Birmingham, su ciudad natal, durante un concierto homenaje titulado Back to the Beginning. Allí compartió escenario con los miembros originales de Black Sabbath: Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward.
Nacido como John Michael Osbourne el 3 de diciembre de 1948 en Aston, un barrio obrero de Birmingham, dejó la escuela a los 15 años y realizó diversos oficios antes de dedicarse por completo a la música. Junto a Geezer Butler formó varias bandas antes de consolidarse como la voz inconfundible de Black Sabbath en 1968, grupo pionero del heavy metal que redefinió los márgenes del rock con un sonido más sombrío y contundente.
Más allá de su carrera musical, Osbourne también fue conocido por su personalidad excéntrica y su presencia escénica provocadora, como el ya legendario episodio en el que mordió la cabeza de un murciélago durante un concierto. Se autodenominó el “Príncipe de las Tinieblas”, figura controvertida y al mismo tiempo venerada por varias generaciones de seguidores del metal.
Su legado atraviesa décadas de influencia cultural, tanto con Black Sabbath como en su carrera solista, y su nombre permanece ligado a la evolución del metal como género y como movimiento social.
“Con una tristeza que las palabras no pueden expresar, tenemos que comunicar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba acompañado por su familia y rodeado de amor”, señala el comunicado difundido por sus allegados, quienes también pidieron respeto por su privacidad en este momento.
Osbourne había sido diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en 2019, condición que marcó sus últimos años, aunque no detuvo por completo su actividad artística. Apenas unas semanas atrás, ofreció su despedida a los fans en el estadio Villa Park de Birmingham, su ciudad natal, durante un concierto homenaje titulado Back to the Beginning. Allí compartió escenario con los miembros originales de Black Sabbath: Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward.
Nacido como John Michael Osbourne el 3 de diciembre de 1948 en Aston, un barrio obrero de Birmingham, dejó la escuela a los 15 años y realizó diversos oficios antes de dedicarse por completo a la música. Junto a Geezer Butler formó varias bandas antes de consolidarse como la voz inconfundible de Black Sabbath en 1968, grupo pionero del heavy metal que redefinió los márgenes del rock con un sonido más sombrío y contundente.
Más allá de su carrera musical, Osbourne también fue conocido por su personalidad excéntrica y su presencia escénica provocadora, como el ya legendario episodio en el que mordió la cabeza de un murciélago durante un concierto. Se autodenominó el “Príncipe de las Tinieblas”, figura controvertida y al mismo tiempo venerada por varias generaciones de seguidores del metal.
Su legado atraviesa décadas de influencia cultural, tanto con Black Sabbath como en su carrera solista, y su nombre permanece ligado a la evolución del metal como género y como movimiento social.