El thrash de Angelus Apátrida agitó las cabezas de los bogotanos

El domingo 17 de abril se preparaba desde muy temprano para la llegada de Angelus Apátrida por primera vez a Colombia. La banda arribó en el Aeropuerto Internacional el Dorado a las 2:30 p.m. y se dirigió de inmediato hacia Revolution Bar, donde ya los esperaban algunos de sus seguidores para conocerlos, hablarles y tomarse algunas fotos. No tardó mucho para que algunos de sus seguidores pudieran tener contacto con ellos, pues los españoles compartían con la gente que empezaba a acercarse a las puertas del bar para la tan anhelada hora.

Caía la noche y la fila de fanáticos se hacía más larga. A las 7:00 p.m. se abrían las puertas de Revolution, y se podía ver a Guillermo Izquierdo y sus amigos salir del bar y tomar una van que los llevaría al hotel para descansar del agotador viaje, mientras se aproximaba la hora de subirse al escenario. Algunos seguidores aprovecharon el momento para hacer firmar sus boletas por los miembros de la banda, tomarse algunas fotos con ellos y darles la bienvenida a Colombia.

A las 7:20 p.m. se abrían de nuevo las puertas de Revolution, pero esta vez para dar ingreso a los asistentes del evento, que esperaban con ansias el momento en que pudieran estar cruzando los filtros y ubicarse dentro del bar para ver a los íconos del Metal ibérico. Uno a uno cruzaban la entrada los fans de Apátrida, hasta que el lugar que habría de ser testigo de una brutal descarga de Thrash, se comenzaba a ver lleno. Eran las 8:25 p.m. cuando la banda caleña Sagros, aparecía en tarima para iniciar lo que sería una noche llena de sonidos extremos. Con la canción “Asesinos”, los vallecaucanos iniciaron su show que minutos más adelante, abriría un enérgico moshpit en el que los amantes del extremo baile, comenzarían a danzar. Fueron 35 minutos en los que Sagros cautivó el público bogotano, hasta que a las 9:00 p.m. se comenzaron a escuchar los riffs de “Inhumanity”, canción con la que los thrashers caleños se despedían del escenario.

A las 9:22 p.m. se veía aparecer a la banda española para dar inicio a su concierto, que con cervezas en sus manos, saludaban al público bogotano. La batería de Víctor Valera marcó el tiempo para que Angelus Apátrida abriera su show con la canción “Inmortal”, con la que la fanaticada le dio la bienvenida a Guillermo Izquierdo y compañía con un agresivo moshpit.

El telón se seguía abriendo para que en Revolution Bar se escucharan canciones representativas de la banda como “Vomitive”, “End Man”, “First World Of Terror”, o “Give’Em War”. Los asistentes estaban felices, agitando las cabezas y disfrutando con los veloces ritmos. Se alzaban las cervezas del público y la banda, se veían los constantes flashes de las cámaras que no paraban de fotografiar el poderoso concierto y el pogo era interminable. Una canción tras otra iba pasando, la sala se convertía en un lugar lleno de energía y pasión por el Thrash Metal, hasta que Guillermo lanzó una frase que hizo estremecer las fibras de los asistentes: “Quién iba a pensar que un domingo a mitad de gira nos íbamos a encontrar con esto. Muchísimas gracias Bogotá por hacer el mejor concierto hasta el momento de la gira”. La reacción de los aficionados fue inminente, y no tardó en aplaudir las palabras del vocalista de Angelus Apátrida como forma de agradecimiento.

La banda se empezaba a despedir, e Izquierdo regalaba un emotivo discurso a los bogotanos en el que agradecía por su asistencia, por su energía, y en el que expresaba su deseo por regresar pronto a tierras latinoamericanas. Y llegó el momento cumbre de la noche, la canción que tanto había pedido el público empezaba a sonar para que Angelus Apátrida cerrara su primer apoteósico concierto en Colombia: “You Are Next”. Mientras sonaba el emblemático tema de los españoles, Revolution Bar estalló de euforia, las cabezas se agitaban agresivamente, las gargantas de los asistentes se desgarraban para cantar a la par con la banda y el moshpit se hizo más grande para danzar con la última canción de la noche. Después de terminar con un estruendoso momento, Apátrida se despidió de los bogotanos y continuaban los agradecimientos, las fotos, y el buen ambiente. Fue un cierre por lo alto, digno de las mejores bandas de metal del mundo. Fue una noche especial en el que el Thrash se tomó las fibras y los corazones del público metalero, una noche que dejó a los bogotanos más que fascinados con los sonidos de la banda nacida en Albacete.

Es más que importante el agradecimiento a los organizadores del evento por tan especial show, que dejó las puertas abiertas para un anhelado regreso de Angelus Apátrida a la capital colombiana.

Reseña por Julian Orrego
Fotos por Ricardo Cepeda