Reseña de Muse en Bogotá - 2015

Tan solo cobijado por el manto de la cordillera oriental, una luna cubierta por nubes y la sabana de Bogotá, se levantaba un escenario dispuesto a acoger a la banda británica Muse, una de las agrupaciones más representativas del Stadium Rock en la actualidad, y por la cual, el público bogotano habría estado esperando por más de 8 años desde su última presentación en la capital.

La banda bogotana Telebit se presentó como telonera a las 07:45 pm. Su sonido electro-indie, con leves matices de música autóctona indígena, hacía juego con la teatral puesta en escena del colectivo, que empezó a encender los ánimos del público expectante, dejando una positiva impresión con canciones como "Androides", "Somos Coyotes" y "Amuleto". Guitarras con brillos sonoros, sintetizadores y pistas secuenciadas cumplieron con su función, ofreciendo un show a la altura de la presentación principal. Humildad y muchos agradecimientos por parte de su líder Daniel Acosta, afianzaron la imagen de esta emergente y promisoria banda de la capital.

Después de esta presentación, los nervios se podían sentir en el ambiente. 3 álbumes de estudio y el largo tiempo de espera con relación a su última visita a tierras colombianas, hacían que el aguardar fuera aún más agobiante, mientras la música electrónica trataba de calmar los ánimos y Straight Outta Compton de NWA los volvía a poner en tensión. El trío inglés, haciendo caso omiso a la tradicional puntualidad británica, se retrasó unos cuantos minutos, sin embargo, esta espera valió la pena al apagarse totalmente la iluminación del escenario, dando paso a la imagen del alcalino y obeso Drill Sergeant en su ya icónica reprimenda al soldado. "If you do not do what you are told to do, when you're told to do it, you will be punished. ¿Do you understand?, a lo que el público ya emocionado respondía con un "¡AYE SIR!". Las notas iniciales de "Psycho" sonaban crudas y reverberadas, llevando a la audiencia a cantar "I´m gonna make you, I´m gonna break you, I´m gonna make you... a fucking psycho".

La batería de Dominic sonó en tempos adecuados para la segunda canción de su repertorio, "Reapers", extraída de su más reciente trabajo "Drones". Los virtuosos acordes en tapping de Matt sorprendían por su precisión y manejo de la estación de pedales. El ya característico inicio de "Plug in Baby", puso a saltar a la afición, quien cantó a todo pulmón el coro "my plug in baby, crucifies my enemies, when I´m tired of giving". La emoción era tal que era posible sentir en el suelo las vibraciones causadas por el salto de los asistentes. "The Handler" empezó a sonar en el Parque Deportivo 222, mientras Chris cambiaba de su bajo con brillos rojos al de color plata. En uno de los momentos más sorpresivos de la noche, el clip inicial de "Unsustainable", caracterizado por el segmento periodístico de la presentadora que hace juego con un fondo musical cargado de vientos y cuerdas clásicas, para posteriormente hacer contraste con el sonido electrónico proveniente de la guitarra Manson de Matt. Es una canción que raramente se presenta en vivo.

"How are You Bogota, ¿you having a good time?". El público enloquece con el saludo de Bellamy, quien da paso a Christopher y su bajo iniciando "Dead Inside". "Supermassive Black Hole" sube aún más las revoluciones, con coros como "Glaciers melting in the dead of night, and the superstars sucked into the supermassive". Luego, "Resistance" hace que la concurrencia cante al unísono notas de piano, explotando con su potente y esperanzador "Love is our resistance". Wolstenholme y Howard aprovechan la ausencia de Bellamy para tocar un jam de bajo y batería solo para el deleite de la multitud. Matthew vuelve al escenario y mientras presenta la banda, Chris toma el particular bajo utilizado para "Madness", sencillo del álbum "The 2nd Law". En el momento cumbre de la canción, los asistentes se dejan llevar por la emoción de gritar un emotivo "I need to love".

"This is a song from our second album" anuncia Matt y los acordes de "Citizen Erased" hacen eco en la sabana. La canción de casi 8 minutos que termina en piano da un paso natural a "Apocalypse Please", mucho más agresiva y contundente, con tintes electrónicos secuenciados y la batería de Dominic, de naturaleza orgánica y simple, aporta una fuerza singular. Para elevar los ánimos, Wolstenholme inicia las líneas de "Our Time is Running Out" y de nuevo la audiencia es incapaz de evitar el brincar con el energético coro. Con una guitarra estelar, suena "Starlight", himno pop de "Black Holes and Revelations" y con él, un momento mágico y memorable que queda tatuado en cada uno de los asistentes. El cadencioso bajo de "Uprising" suena, acompañado del sintetizador de Nicholls. El público responde hipnotizado para luego ser recompensado con gigantescos globos cayendo del escenario, rebotando en el extasiado público. Después de tan emotivo suceso, la agrupación pasa a tocar "Stockholm Syndrome", de su álbum "Absolution", también otra canción totalmente inesperada pero ideal para que la banda pudiera improvisar en conjunto. Al terminar, los 3 se retiraron del escenario, dejando a los asistentes en una total oscuridad.

Solo 3 minutos bastaron para que Dominic saliera de nuevo al escenario, ataviado con la bandera de Colombia a modo de capa con un "We love Colombia so much". El piano de "Mercy", llena los oídos y corazones. Sin duda el momento más especial de la canción fue marcado por la explosión de miles de papeles rojos y blancos y la magia se apoderaba del lugar. El termino de la canción fue la introducción perfecta a el evento principal de la noche: Christopher Wolstenholme y su armónica es la ya conocida manera que Muse cierra conciertos con Knights of Cydonia. Un ejercito de guerreros estremeció la tierra con las imponentes líneas "No one´s going to take me alive, time has come to make things right, you and I must fight for our rights, you and I must fight to survive".

Un sobrio "Los queremos Bogotá" fue la despedida de la agrupación. El show llenó todas las expectativas de los asistentes y ya solo queda la ilusión que no pasen 8 años más hasta su esperado regreso.



Reseña por David Salgado
Fotos por Adrián Prada