Reseña de Nightwish en Bogotá

Once años esperaron los colombianos para el regreso de Nightwish a estas tierras y finalmente su sueño se hizo realidad el pasado 10 de Octubre en las instalaciones del Teatro Royal Center de la ciudad de Bogotá.

Pasadas las 8pm, las luces se apagaron para recibir a la banda holandesa Delain, quienes sorprendieron al público por su impecable y energética presentación, destacando canciones como “We are the Others”, “Mother Machine”, “April Rain”, “Pristine”, “Stardust”, entre otras. Sin duda alguna su vocalista Charlotte Wessels se robaba las miradas y los suspiros del público, sin dejar de lado que demostró cuan versátil es su voz, con tonos agudos que se mezclaban a la perfección con los guturales de Otto Schimmelpenninck. En resumen su presentación fue el mejor abrebocas para lo que venía, el público quedo satisfecho y se disponía a disfrutar de Nightwish.

Cerca de 2500 personas esperaban impacientes la llegada de Nightwish a tarima, el público llamaba a la banda una y otra vez, hasta que finalmente las luces se apagaron y se escuchó la voz recitando “The deepest solace lies in understanding, this ancient unseen stream, a shudder before the beautiful…”. En ese momento el público enloqueció con las primeras notas y los gritos se apoderaban del Royal Center con la presencia de Floor Jansen, Marco Hietala, Tuomas Holopainen, Emppu Vuorinen y Kai Hahto.

De inmediato Floor demostró su capacidad de dominar el escenario en la manera cómo interpretaba la letra y se dejaba llevar por un headbanging sin miedo a caerse; sin pausa alguna la batería y los riffs de guitarra anunciaban “Yours Is An Empty Hope”, una de las canciones más movidas de la noche, acompañada de los guturales o de la voz lírica de Floor y de la voz de Marco, que alentaban a los asistentes a seguir el ritmo con las manos.

El ambiente se volvería romántico cuando Tuomas interpretó las primeras notas de “Ever Dream”, los suspiros y las sonrisas eran notables y fue el público quien inició la letra con “Ever felt away with me, just once that all I need, entwined in finding you one day…”, con esta canción Nightwish logró sacar las lagrimas de sus seguidores, quienes cantaban con todas sus fuerzas y miraban a su alrededor como si estuvieran viviendo un sueño.

La melancolía se hizo a un lado, cuando la banda recuperó la energía de su público con “She Is My Sin”, quienes los apoyaron en la melodía con gritos, pero Floor aprovechó para sacar a flote su lado de soprano con “A sin for him, desire within, desire within, a burning veil, for the bride too dear for him…”; esta canción era energía pura y los asistentes la aprovecharon para mover sus cabezas de principio a fin.

Su nuevo integrante Troy Donockley sería el protagonista con “My Walden”, el ritmo pegajoso de esta canción celta hizo cantar a los asistentes desde el principio, aunque el intro sea “Sain y niwl, Gaunt y goydwig fwsog…” pero se desquitaron sin ningún problema en el coro “Weaving my wings from many colored yarns, flying higher, higher, higher…Into the wild”, mientras que su cuerpo se movía al ritmo de las flautas y la gaita de Troy.

Luego Marco sacaría su lado acústico, él y su guitarra nos hicieron cantar “The Islander” de principio a fin, Marco solicitó al público que cantará a su lado y la gente complacidamente y a todo pulmón cantó: “This is for long forgotten light at the end of the world… horizon\'s crying the tears he left behind long ago”.

El Royal Center aún quería más de Nightwish y la banda siguió con su lado celta al interpretar la canción “Élan”, Troy nos conquistaba con la flauta, mientras que Floor nos hacía cantar “Come!!!, taste the wine, race the blind, they will guide you from the light, writing noughts till the end of time…”, para finalizar con un potente “Come!!!!”, seguido de gritos y aplausos a la banda.

Marco enloquecería al ritmo de la batería de Kai Hahto con la canción “Weak Fantasy”, por el otro lado Floor nos enseñaba que para mover la cabeza con tanta fuerza teníamos que ignorar el dolor de cuello y como siempre el público apoyando a su banda con las palmas y cantando a toda voz con Marco: “From words!!!! into war of the worlds…”.

El público estaba lleno de energía y la banda se sentía a gusto con los colombianos, así que nos deleitarían con canciones cargadas de guturales, riffs de guitarra y platillos. Las protagonistas serían “7 Days To The Wolves” y “Alpenglow”, está canción relativamente nueva para el público, no sería impedimento para que las personas movieran su cabeza, a pesar de que no conocían muy bien la letra. Sin embargo Floor alentaría a los asistentes con “Creo que es tiempo para un pequeña historia…” y de inmediato la melodía de “Storytime” hizo que todo el mundo mueva su cabeza sin parar, era sorprendente de ver como la gente aún tenía voz y cantaban lo más alto que pudieran: “I am the voice of Never, Never Land…The innocence, the dreams of every man…”.

El lado celta de la banda regresaría con “I Want My Tears Back”, los saltos y los gritos seguían el ritmo de la canción. Troy nos seguía sorprendiendo con su Gaita y el juego entre Floor y Marco en el coro, le daban a la canción mas fuerza de lo que normalmente se ve en sus conciertos, para finalizar con un fuerte e impulsivo “I want my tears back…I want my tears back NOW!!!”.

Volveríamos al viejo Nightwish con “Stargazers”, los asistentes en el Royal Center enloquecieron y movían sus cabezas sin parar o simulaban que tenían una batería y le seguían el ritmo a Kai Hahto, con esta canción Floor nos dejó en claro que es una de las mejores soprano del Metal Sinfónico, recibiendo aplausos y felicitaciones por su limpia interpretación.

La banda quería conmover a sus seguidores, así que escogieron a “Sleeping Sun” para ponernos la piel de gallina, Tuomas sería el punto de atención gracias a las notas de su teclado y la dulce voz de Floor estaría acompañada por las lágrimas y las manos al aire de sus seguidores, era inevitable no cantar esta canción que es un himno de Nightwish “I wish for this night time, to last for a lifetime, the darkness around me, shores of a solar sea…Oh how I wish to go down with the sun…Sleeping…Weeping…With you”.

Luego de este mágico e inolvidable momento, la banda usaría la melodía de “The Greatest Show On Earth” para hacer la transición desde “Sleeping Sun” a una de las canciones más esperadas de toda la noche “Ghost Love Score”, en el teatro se empezaron a alzar letreros con el mensaje “My love will be in you”; la sonrisa de Tuomas fue la mejor muestra de agradecimiento a su público, era evidente que Nightwish se sentía feliz de estar en Colombia y sus seguidores no podían contener las lágrimas al poder escuchar en vivo una de las mejores piezas musicales de la banda.

Lastimosamente el concierto tenía que llegar al final y la banda cerró con broche de oro a través de la canción “The Last Ride of the Day”, era increíble como la banda y el público tenían suficiente energía para continuar, así que no fue problema acompañarlos en los coros “Once upon a night we\'ll wake to the carnival of life, the beauty of this ride ahead such an incredible high…” y además la felicidad que nos dio cuando Floor alzó en alto la bandera de Colombia, fue la mejor manera de terminar casi dos horas de los grandes éxitos de Nightwish.

Sobran las palabras de agradecimiento hacia la organización que hizo posible este show; a pesar de algunos inconvenientes con el sonido, no fue un impedimento para que las personas pudieran disfrutar de su sueño hecho realidad, tanto la banda como el público se dieron por bien servidos.

Floor demostró en Colombia que tan multifacético puede ser su registro vocal y que además en la tarima ella sabe como mover la cabeza sin perder el equilibrio, Marco es un caballero y además el rey del bajo en el escenario, su participación como la voz masculina es una parte fundamental de la música de Nightwish, Tuomas definitivamente es un genio y logra encantar al público con su teclado, teniendo en cuenta que él es el principal compositor de la banda y a quien le debemos la creación de Nightwish, por su lado Emppu tiene un excelente manejo del escenario, interactúa con los seguidores y al mismo tiempo se mueve de un lado a otro, pero sin perder el control de su guitarra; a pesar de la poca participación en escena de Troy, él ha logrado ganarse la admiración de los seguidores con sus solos de gaita o con la flauta y por último Kai Hahto está haciendo un buen trabajo en reemplazar momentáneamente a Jukka, al demostrarnos en todo el concierto su habilidad con la batería.

Esperamos que su regreso a Colombia no demoré otros once años aproximadamente y aún tengamos mucha más música de la banda por conocer.


Reseña por María Rojas
Fotos por Viviana Saavedra