Reseña de Pearl Jam en Bogotá

La mágica noche de Pearl Jam en Bogotá

El cielo capitalino se iluminó con una hermosa luna para recibir por primera vez a una de las bandas más grandes de rock alternativo: Pearl Jam.

Miles de fanáticos se congregaron en el Parque Simón Bolívar para disfrutar de los éxitos de la banda de Seattle. La jornada inicio con la presentación de The Hall Effect banda nacional invitada que presentó al público sus mejores temas para luego darle paso a los invitados internacionales, Spoon: Originarios de Texas con la mejor energía y actitud incluido un saludo en español para los “parceros de Bogotá” y un repertorio lleno de guitarras melódicas junto la excelente interpretación de Britt Daniel, que seguramente dejo con ganas de conocer más de su estilo arriesgado y creativo.

Sin embargo la euforia estalló a las 8:30 pm cuando Eddie Vedder, Mike McCready, Stone Gossard, Jeff Amment y Matt Cameron subieron al escenario y dieron inicio a uno de los mejores conciertos que Colombia ha tenido la oportunidad de vivir. “Pendulum” sencillo que hace parte de su último álbum “Lightning Bolt”, fue el encargado de dar inicio a un set de más de 30 canciones que dejarían al público sin aliento.

La noche avanzo en medio de una descarga de energía producto de “Mind Your Manners” y “Do The Evolution” en el que el público se dejó llevar en medio de saltos y coreando cada palabra. El particular saludo en español por parte de Eddie Vedder en el que con emoción manifestó que Pearl Jam estaba “Perdiendo la virginidad con Colombia” genero risas y aplausos. El espectáculo continuo con canciones como “I am Mine” y “Ghost”, que abrió paso a Mike McCready una figura hipnótica en el escenario que interpretó un demencial solo con la guitarra a las espaldas, durante “Even Flow” el público estalló en éxtasis sintiendo cado acorde, cada golpe de batería con la impresionante voz de Vedder como complemento mientras la banda se entregaba completamente a ellos.

A “Even Flow” le siguieron clásicos como “Daugther” o “Jeremy” y para cerrar lo que sería la primera parte del show Pearl Jam escogió “Rearviewmirror”. La banda abandono el escenario por aproximadamente 5 minutos, para luego darle un giro y convertir la segunda parte del show en algo más íntimo, del techo descendieron pequeñas esferas luminosas que contribuyeron al ambiente que quería proyectar la agrupacion.

Con “Around The Bend”, canción dedicada a un niño llamado Tomas y sus maravillosos padres, continuo la noche que traería consigo nuevos mensajes en español que con mucho esfuerzo Eddie Vedder leía y asi mismo eran recompensado con ovaciones por parte del público. También hubo tiempo para homenajes como la dedicatoria a Roger Waters justo antes de tocar “Mother”. Quiza el momento más emotivo de la noche llego cuando la banda expreso su compromiso con las causas sociales especialmente con las mujeres, luego de unas sentidas palabras de reflexión los integrantes se dejaron ver con camisetas naranjas donde se leía el siguiente mensaje “Por una Colombia libre de violencia contra las mujeres” mientras sonaba “Betterman”.

El último segmento llego y la mágica noche que envolvía a la capital vio como luego de abandonar el escenario por segunda vez, Pearl Jam interpreto sus más grandes clásicos: “Black” y “Alive”, momento justo en el que la adrenalina llego al máximo mientras Vedder bajo del escenario para estar más cerca de su público, a esto le siguió un homenaje a una de sus más grandes influencias: Neil Young, con “Rockin’ in The Free World” y por último “Yellow Ledbetter”. Con bandera de Colombia en mano y un sinnúmero de agradecimientos para el público la noche llego a su fin, la emoción se reflejaba en cada rostro presente en el Parque Simón Bolívar.

Sin duda alguna, Pearl Jam es una de las mejores bandas en vivo que existen, ofreciendo un espectáculo honesto sin artificios, dejando que la música actué en el corazón, el cuerpo y el alma de cada uno de los asistentes, rompiendo la barrera que existe entre el escenario y el público, generando interacción con cada persona por más lejos que esta se encuentre. Esto sumado al talento de cada uno de sus integrantes que saliendo del clásico estereotipo de guitarra, bajo y batería se atrevieron con instrumentos como violonchelos e incluso panderetas.

A pesar de la baja concurrencia del público, los de Seattle dejaron claro el significado de la palabra pasión, con un show impecable que jamás se borrara de la mente de cada uno de los asistentes y que deja en el aire el coro que con emoción retumbaba en el Simón Bolívar:
“!Ole, ole, ole …. Pearl Jam, Pearl Jam!”.



Reseña por Raquel Navas
Fotos por Adrián Prada