Todo lo bueno tiene su fin y Rock Al Parque no es la excepción. En este tercer día sería más evidente la asistencia en los tres escenarios, en comparación con los dos días anteriores.
La serie de conciertos empezaron más temprano que el sábado y el domingo. En el Escenario Plaza la banda bogotana Pulenta se apoderó de la tarima a las 12:30 a.m, el delicioso sonido del Funk y los ritmos afrocolombianos ayudaron a que el público se sintiera a tono con el sol que empezaba a calentarlos. En el Escenario Bio la banda Rynno con su rock autodenominado “Fonquinrocanrol” abría paso a los amantes de los sonidos más pesados y rockanroleros.
Providencia, banda nacional de reggae originaria de Medellín emocionó al público del Escenario Plaza. Providencia no es ajena a Rock Al Parque, ni el público colombiano a ellos. Una agrupación que tiene un gran sonido en vivo enriquecido sobretodo por la manera en la cual resaltan los instrumentos de viento como el saxofón, agregándole a sus movimientos un ritmo interesante.
Tappan deleitó a Rock Al Parque por segunda vez con su Rock N’ Roll contundente. Este artista derrochó energía e interactuó con el público del Escenario Bio, excelentes riffs que enloquecían nuestras cabezas. La primera banda internacional del día fue la legendaria CODA desde México. Aunque el Hard Rock no es un punto fuerte en Rock Al Parque, la organización se acertó con esta banda la cual tiene fieles seguidores en el país. El público coreo todas las letras, la pasión se sentía en cada uno de ellos y alegaron sentirse como en casa.
El Plaza en éste día era el protagonista de los sonidos diversos. Ché Sudaka, una banda nacional e internacional. Artistas colombianos y argentinos radicados en España deleitaron por primera vez al festival con su sonido denominado “Punk Reggae Party”, una gran propuesta de Rock al cual el público supo responder, ya que el escenario no daba cabida para más personas cerca de la tarima o las salidas de emergencias.
Entropia abrió el Escenario Eco a las 2:00 p.m, esta banda de Metal Progresivo ya se había presentado en el festival del 2011 con muy buenos resultados y éste año fueron acogidos de la mejor manera por parte de este nuevo público. Seguiría Implosion Brain, por primera vez en Rock Al Parque. La banda de New Metal Progresivo combinó una potente voz con sonidos lentos y riffs potentes que llamaban mucho la atención. Aunque lamentablemente el sonido del escenario Eco no era el mejor.
Los Cafres colocaron el punto más alto de la tarde en el Escenario Plaza, sin desmeritar las demás agrupaciones. Canciones como “Casi que me pierdo” o “Tus ojos” destilaron una energía que no se había sentido en el público. La presentación de la banda, sin duda alguna fue una de las más emocionantes del festival. En el Escenario Bio la banda bogotana Rocka demostró el buen Rock que se realiza en la capital. El pogo se tomó el escenario y la energía de su vocalista fue transmitida al público que no paraban de cantar sus canciones.
Al Eco llegaría el Death Core de la mano de Putrilus, banda capitalina que por primera vez llegaba al festival. Una propuesta con gran fuerza en el escenario y un sonido contundente. Luego con un estridente Rock psicodélico llegaría Capsula desde Argentina. Aunque la banda es poco conocida en el país, el público reaccionó bien y la disfrutó de principio a fin. Una excelente agrupación en vivo que hay que ver más de una vez.
Yooko llegó con algo de Folk Rock Alternativo al Escenario Plaza, una muestra de muy buen combinación de Rock. Los asistentes estaban con todo su nivel de energía para disfrutarlos, ya que es la primera vez de la agrupación en el festival. Mientras tanto el Escenario Bio se llenaba con los sonidos de A.N.I.M.A.L, banda argentina de Metal que protagonizó el pogo quizá más grande del festival y lograron llenar por completo el escenario hasta caída la tarde. Al otro lado, el Escenario Plaza era testigo de la presentación por primera vez de la banda española Vetusta Morla, con una enérgica presentación que el público colombiano no se podía perder, pero la recepción no fue la esperada, la energía parecía no ser recíproca, aún así la banda fue impresionante en el escenario.
Kontra el Sistema, banda de Brutal Punk con fuertes letras de denuncia iniciaron la noche en el Escenario Bio. La potencia con la cual interpretaban su música era energía pura, el público respondió de manera increíble, algo que pocas bandas logran cuando es su primera vez en el festival. El siguiente artista sería High Rate Extintion, Metal Progresivo desde Bogotá. Una presentación increíble, así como el cover “Psychosocial” de Slipknot.
Soziedad Alkoholika, banda española de Thrash Metal hizo pogear a más de uno, su letras orientadas a la crítica social fueron las más aclamadas de la noche en el Escenario Bio. Mientras que en el escenario Plaza el Rock Blues de Diamante Eléctrico, banda revelación del año y la cual tiene un grupo de seguidores fieles, que se tomaron el festival con las canciones que coreaban sin parar.
El Escenario Eco cerró con broche de oro el tercer día, ya que dejó en la memoria de todos una de las mejores presentaciones de la jornada con Ill Nino. El juego del gutural con la voz lírica le dio un gran potencial y por supuesto, la puesta en escena de la banda completa en ningún momento bajó la energía del público presente.
El Bio destilaba Rock nacional a cargo de The Hall Effect. Muy buena banda en vivo y además querida por el público capitalino, quienes los vieron nacer. La noche caía y ellos eran los encargados de ir despidiendo el festival en su edición 21. Al mismo tiempo Sum 41, la banda que más expectativas causaba por ser su primera vez en Rock Al Parque y además de ser reconocidos como pioneros del Neo Punk, nos hicieron recordar nuestra infancia y adolescencia a más de uno. El Escenario Plaza no daba más abasto, hasta el punto de que algunos se empujaban contra las rejas por el gran flujo de personas que se desplazaban desde los otros escenarios, para ver el cierre en el escenario principal.
El estridente sonido de el Rock puro proveniente de Nueva York para cerrar el tercer día en el Escenario Bio fue gracias a Adrenaline Mob. Banda que sin lugar a dudas tiene que ser vista en vivo alguna vez en la vida. La versatilidad en vivo y la respuesta del público fueron increíbles para una banda que por primera vez se presentaba en Rock Al Parque y tuvieron a cargo cerrar el Escenario Bio. Lo mejor de Adrenaline Mob son sus riffs y la voz que recuerda a ése rock ochentero: duro y agresivo.
Finalmente, el festival es 100% latino y para recordarnos a todos que Latinoamérica es uno solo, el cierre de los tres días llenos de rock y sonidos diversos, le tocó a Café Tacvba. Las canciones clásicas de su álbum “Re” y sus grandes éxitos fueron los responsables de hacer saltar y cantar a más de uno “ingrata” al aire desde el alma.
Sólo quedan agradecimientos para toda la organización del festival más grande de latinoamérica, quienes permitieron que este espacio abriera sus puertas nuevamente, para que los colombianos pudieran disfrutar una vez más de la música, contando con una gran variedad de sonidos, desde el África hasta Dinamarca, Argentina, España, México y por supuesto parte de nuestro folklore colombiano. Un recorrido por todo el mundo que sólo se vive cada año en Rock Al Parque, patrimonio de los rockeros del país.
A pesar de las fuertes criticas que recibió el festival por su cartel, queda claro que los colombianos le siguen brindado su apoyo en la asistencia; pero la gente no puede pretender ver a grandes bandas de talla internacional cuando no han aprendido a valorar al talento local y eso es algo que quedó muy claro en la asistencia o en el apoyo del público cuando estaba una banda nacional; por eso invito a defender estos espacios como Rock Al Parque, en donde se le abren las puertas a los artistas distritales y nacionales para que los colombianos nos enamoremos de su música.
Reseña por Adriana Morales
Fotos por Isabel Orjuela
La serie de conciertos empezaron más temprano que el sábado y el domingo. En el Escenario Plaza la banda bogotana Pulenta se apoderó de la tarima a las 12:30 a.m, el delicioso sonido del Funk y los ritmos afrocolombianos ayudaron a que el público se sintiera a tono con el sol que empezaba a calentarlos. En el Escenario Bio la banda Rynno con su rock autodenominado “Fonquinrocanrol” abría paso a los amantes de los sonidos más pesados y rockanroleros.
Providencia, banda nacional de reggae originaria de Medellín emocionó al público del Escenario Plaza. Providencia no es ajena a Rock Al Parque, ni el público colombiano a ellos. Una agrupación que tiene un gran sonido en vivo enriquecido sobretodo por la manera en la cual resaltan los instrumentos de viento como el saxofón, agregándole a sus movimientos un ritmo interesante.
Tappan deleitó a Rock Al Parque por segunda vez con su Rock N’ Roll contundente. Este artista derrochó energía e interactuó con el público del Escenario Bio, excelentes riffs que enloquecían nuestras cabezas. La primera banda internacional del día fue la legendaria CODA desde México. Aunque el Hard Rock no es un punto fuerte en Rock Al Parque, la organización se acertó con esta banda la cual tiene fieles seguidores en el país. El público coreo todas las letras, la pasión se sentía en cada uno de ellos y alegaron sentirse como en casa.
El Plaza en éste día era el protagonista de los sonidos diversos. Ché Sudaka, una banda nacional e internacional. Artistas colombianos y argentinos radicados en España deleitaron por primera vez al festival con su sonido denominado “Punk Reggae Party”, una gran propuesta de Rock al cual el público supo responder, ya que el escenario no daba cabida para más personas cerca de la tarima o las salidas de emergencias.
Entropia abrió el Escenario Eco a las 2:00 p.m, esta banda de Metal Progresivo ya se había presentado en el festival del 2011 con muy buenos resultados y éste año fueron acogidos de la mejor manera por parte de este nuevo público. Seguiría Implosion Brain, por primera vez en Rock Al Parque. La banda de New Metal Progresivo combinó una potente voz con sonidos lentos y riffs potentes que llamaban mucho la atención. Aunque lamentablemente el sonido del escenario Eco no era el mejor.
Los Cafres colocaron el punto más alto de la tarde en el Escenario Plaza, sin desmeritar las demás agrupaciones. Canciones como “Casi que me pierdo” o “Tus ojos” destilaron una energía que no se había sentido en el público. La presentación de la banda, sin duda alguna fue una de las más emocionantes del festival. En el Escenario Bio la banda bogotana Rocka demostró el buen Rock que se realiza en la capital. El pogo se tomó el escenario y la energía de su vocalista fue transmitida al público que no paraban de cantar sus canciones.
Al Eco llegaría el Death Core de la mano de Putrilus, banda capitalina que por primera vez llegaba al festival. Una propuesta con gran fuerza en el escenario y un sonido contundente. Luego con un estridente Rock psicodélico llegaría Capsula desde Argentina. Aunque la banda es poco conocida en el país, el público reaccionó bien y la disfrutó de principio a fin. Una excelente agrupación en vivo que hay que ver más de una vez.
Yooko llegó con algo de Folk Rock Alternativo al Escenario Plaza, una muestra de muy buen combinación de Rock. Los asistentes estaban con todo su nivel de energía para disfrutarlos, ya que es la primera vez de la agrupación en el festival. Mientras tanto el Escenario Bio se llenaba con los sonidos de A.N.I.M.A.L, banda argentina de Metal que protagonizó el pogo quizá más grande del festival y lograron llenar por completo el escenario hasta caída la tarde. Al otro lado, el Escenario Plaza era testigo de la presentación por primera vez de la banda española Vetusta Morla, con una enérgica presentación que el público colombiano no se podía perder, pero la recepción no fue la esperada, la energía parecía no ser recíproca, aún así la banda fue impresionante en el escenario.
Kontra el Sistema, banda de Brutal Punk con fuertes letras de denuncia iniciaron la noche en el Escenario Bio. La potencia con la cual interpretaban su música era energía pura, el público respondió de manera increíble, algo que pocas bandas logran cuando es su primera vez en el festival. El siguiente artista sería High Rate Extintion, Metal Progresivo desde Bogotá. Una presentación increíble, así como el cover “Psychosocial” de Slipknot.
Soziedad Alkoholika, banda española de Thrash Metal hizo pogear a más de uno, su letras orientadas a la crítica social fueron las más aclamadas de la noche en el Escenario Bio. Mientras que en el escenario Plaza el Rock Blues de Diamante Eléctrico, banda revelación del año y la cual tiene un grupo de seguidores fieles, que se tomaron el festival con las canciones que coreaban sin parar.
El Escenario Eco cerró con broche de oro el tercer día, ya que dejó en la memoria de todos una de las mejores presentaciones de la jornada con Ill Nino. El juego del gutural con la voz lírica le dio un gran potencial y por supuesto, la puesta en escena de la banda completa en ningún momento bajó la energía del público presente.
El Bio destilaba Rock nacional a cargo de The Hall Effect. Muy buena banda en vivo y además querida por el público capitalino, quienes los vieron nacer. La noche caía y ellos eran los encargados de ir despidiendo el festival en su edición 21. Al mismo tiempo Sum 41, la banda que más expectativas causaba por ser su primera vez en Rock Al Parque y además de ser reconocidos como pioneros del Neo Punk, nos hicieron recordar nuestra infancia y adolescencia a más de uno. El Escenario Plaza no daba más abasto, hasta el punto de que algunos se empujaban contra las rejas por el gran flujo de personas que se desplazaban desde los otros escenarios, para ver el cierre en el escenario principal.
El estridente sonido de el Rock puro proveniente de Nueva York para cerrar el tercer día en el Escenario Bio fue gracias a Adrenaline Mob. Banda que sin lugar a dudas tiene que ser vista en vivo alguna vez en la vida. La versatilidad en vivo y la respuesta del público fueron increíbles para una banda que por primera vez se presentaba en Rock Al Parque y tuvieron a cargo cerrar el Escenario Bio. Lo mejor de Adrenaline Mob son sus riffs y la voz que recuerda a ése rock ochentero: duro y agresivo.
Finalmente, el festival es 100% latino y para recordarnos a todos que Latinoamérica es uno solo, el cierre de los tres días llenos de rock y sonidos diversos, le tocó a Café Tacvba. Las canciones clásicas de su álbum “Re” y sus grandes éxitos fueron los responsables de hacer saltar y cantar a más de uno “ingrata” al aire desde el alma.
Sólo quedan agradecimientos para toda la organización del festival más grande de latinoamérica, quienes permitieron que este espacio abriera sus puertas nuevamente, para que los colombianos pudieran disfrutar una vez más de la música, contando con una gran variedad de sonidos, desde el África hasta Dinamarca, Argentina, España, México y por supuesto parte de nuestro folklore colombiano. Un recorrido por todo el mundo que sólo se vive cada año en Rock Al Parque, patrimonio de los rockeros del país.
A pesar de las fuertes criticas que recibió el festival por su cartel, queda claro que los colombianos le siguen brindado su apoyo en la asistencia; pero la gente no puede pretender ver a grandes bandas de talla internacional cuando no han aprendido a valorar al talento local y eso es algo que quedó muy claro en la asistencia o en el apoyo del público cuando estaba una banda nacional; por eso invito a defender estos espacios como Rock Al Parque, en donde se le abren las puertas a los artistas distritales y nacionales para que los colombianos nos enamoremos de su música.
Reseña por Adriana Morales
Fotos por Isabel Orjuela