Todo lo bueno llega a su fin y lastimosamente el Estéreo Picnic se despedía de su séptima edición; 25 mil personas respondieron al llamado del festival y pudieron disfrutar de los grandes talentos nacionales como lo son Sultana, Tarmac, Xavier Martínex, Los PetitFellas, Nelda Piña & La Boa, Sidestepper y Mnkybsnss.
Quienes brindaron más de 6 horas de diversidad musical, desde el Rock, la electrónica hasta el Reggae y algo del folclore colombiano, en resumen las guitarras eléctricas y las gaitas sacaron a relucir lo mejor del sonido de nuestra tierra.
Las tres grandes figuras internacionales de este día fueron Jack Ü, Snoop Dogg y The Flaming Lips. Tres propuestas musicales totalmente diferentes pero que lograron conquistar a los colombianos.
The Flaming Lips nos enloqueció con su performance, esta banda estadounidense convirtió las instalaciones del escenario Tigo en una piñata, las luces hacían juego perfecto con el ritmo de las canciones como “A Spoonful Weighs a Ton”, “The Abandoned Hospital Ship” y “Psychiatric Explorations of the Fetus With Needles”; sin dejar de lado el detalle de las figuras inflables con la frase “Fuck Yeah Bogotá”.
Llegó la hora del show de Snoop Dogg, quien portaba la camiseta de la selección de fútbol colombiana, a pesar del “humo denso” que se apoderaba de la tarima, el rapero trajo éxitos de su trabajo en solitario y sus colaboraciones, contando con una bailarina que sabía como llevar el ritmo de los temas “Young, Wild & Free”, “The Next Episode”, “P.I.M.P.”, “I Wanna Love You”, “Beautiful” y por supuesto no podía faltar “Drop It Like It s Hot”.
Pero el gran cierre de esta fiesta de tres días estuvo a cargo de Jack Ü, el proyecto de dos grandes Djs de la escena internacional como lo son Diplo y Skrillex, quienes literalmente prendieron el escenario Tigo y lograron sacudir el frío de los asistentes mezclando ritmos latinos con Electrónica.
Gracias al Festival Estéreo Picnic por sorprendernos con más de 50 bandas entre artistas nacionales e internacionales, que durante tres días fueron los responsables de las sonrisas de los 63 mil asistentes del festival. Como siempre fiel al concepto de Un Mundo Distinto es seguro que la persona que entra al Estéreo Picnic puede vivir una aventura similar a los grandes festivales del planeta.
Lastimosamente la lluvia, el pantano y el tráfico eran el desafío para poder llegar al Parque 222, teniendo en cuenta que hasta los mismos capitalinos se quejaban del caos vehícular que se formaba en la ciudad por culpa del festival, pero… ¿será que en Bogotá se cuenta con un mejor lugar para poder llevar a cabo el Estéreo Picnic?, la respuesta la tendrá cada uno.
Otro aspecto a mejorar es la participación de los patrocinadores, es verdad que sus actividades son otra opción de diversión del festival, pero a veces la música de una o de otra carpa agregada a la de los escenarios, sólo se convertía en bulla para nuestros oídos, dejando una sensación de total desorden.
En cuanto a la oferta gastronómica y el Hippie Market, fueron dos buenas jugadas del festival, para brindar la oportunidad de participación a marcas independientes y de pequeñas empresas que lograron dar a conocer sus productos; los asistentes pudieron disfrutar de camisas, accesorios, gafas, botones, figuras de acción, entre otras. Además de que la comida podía complacer el apetito de los asistentes, así que el hambre no era una excusa para pasarla mal.
Nuevamente gracias a la organización del festival por creer en el apoyo de los colombianos, desde el inicio de la boletería Creyentes hasta su participación en los tres días del Estéreo Picnic; lo que permitió traer a la mayoría de los grandes artistas del Lollapalooza en Brasil, Chile y Argentina, aunque faltó la presentación del rapero Eminem pero la organización nos garantizó tres días de lo mejor en la industria musical tanto internacional como del talento local. Esperamos con ansías la octava edición en el 2017 y que una vez más podamos vivir la experiencia de Un Mundo Distinto.
Reseña por María Rojas
Fotos por John Paz
Quienes brindaron más de 6 horas de diversidad musical, desde el Rock, la electrónica hasta el Reggae y algo del folclore colombiano, en resumen las guitarras eléctricas y las gaitas sacaron a relucir lo mejor del sonido de nuestra tierra.
Las tres grandes figuras internacionales de este día fueron Jack Ü, Snoop Dogg y The Flaming Lips. Tres propuestas musicales totalmente diferentes pero que lograron conquistar a los colombianos.
The Flaming Lips nos enloqueció con su performance, esta banda estadounidense convirtió las instalaciones del escenario Tigo en una piñata, las luces hacían juego perfecto con el ritmo de las canciones como “A Spoonful Weighs a Ton”, “The Abandoned Hospital Ship” y “Psychiatric Explorations of the Fetus With Needles”; sin dejar de lado el detalle de las figuras inflables con la frase “Fuck Yeah Bogotá”.
Llegó la hora del show de Snoop Dogg, quien portaba la camiseta de la selección de fútbol colombiana, a pesar del “humo denso” que se apoderaba de la tarima, el rapero trajo éxitos de su trabajo en solitario y sus colaboraciones, contando con una bailarina que sabía como llevar el ritmo de los temas “Young, Wild & Free”, “The Next Episode”, “P.I.M.P.”, “I Wanna Love You”, “Beautiful” y por supuesto no podía faltar “Drop It Like It s Hot”.
Pero el gran cierre de esta fiesta de tres días estuvo a cargo de Jack Ü, el proyecto de dos grandes Djs de la escena internacional como lo son Diplo y Skrillex, quienes literalmente prendieron el escenario Tigo y lograron sacudir el frío de los asistentes mezclando ritmos latinos con Electrónica.
Gracias al Festival Estéreo Picnic por sorprendernos con más de 50 bandas entre artistas nacionales e internacionales, que durante tres días fueron los responsables de las sonrisas de los 63 mil asistentes del festival. Como siempre fiel al concepto de Un Mundo Distinto es seguro que la persona que entra al Estéreo Picnic puede vivir una aventura similar a los grandes festivales del planeta.
Lastimosamente la lluvia, el pantano y el tráfico eran el desafío para poder llegar al Parque 222, teniendo en cuenta que hasta los mismos capitalinos se quejaban del caos vehícular que se formaba en la ciudad por culpa del festival, pero… ¿será que en Bogotá se cuenta con un mejor lugar para poder llevar a cabo el Estéreo Picnic?, la respuesta la tendrá cada uno.
Otro aspecto a mejorar es la participación de los patrocinadores, es verdad que sus actividades son otra opción de diversión del festival, pero a veces la música de una o de otra carpa agregada a la de los escenarios, sólo se convertía en bulla para nuestros oídos, dejando una sensación de total desorden.
En cuanto a la oferta gastronómica y el Hippie Market, fueron dos buenas jugadas del festival, para brindar la oportunidad de participación a marcas independientes y de pequeñas empresas que lograron dar a conocer sus productos; los asistentes pudieron disfrutar de camisas, accesorios, gafas, botones, figuras de acción, entre otras. Además de que la comida podía complacer el apetito de los asistentes, así que el hambre no era una excusa para pasarla mal.
Nuevamente gracias a la organización del festival por creer en el apoyo de los colombianos, desde el inicio de la boletería Creyentes hasta su participación en los tres días del Estéreo Picnic; lo que permitió traer a la mayoría de los grandes artistas del Lollapalooza en Brasil, Chile y Argentina, aunque faltó la presentación del rapero Eminem pero la organización nos garantizó tres días de lo mejor en la industria musical tanto internacional como del talento local. Esperamos con ansías la octava edición en el 2017 y que una vez más podamos vivir la experiencia de Un Mundo Distinto.
Reseña por María Rojas
Fotos por John Paz