Reseña Love of Lesbian en Bogotá

"Buenas noches". De esta sencilla manera Santi Balmes, líder de la banda española Love of Lesbian saludo a la extasiada audiencia, que desde hacía ya mucho tiempo estaba a la espera de la presentación del quinteto de Barcelona.

Iniciaron su set con la emocional canción "La Noche Eterna" y los asistentes se unieron a una sola y poderosa voz con el grupo. Fue un momento mágico que se repitió en varias ocasiones a lo largo de la noche. Las revoluciones aumentaron cuando empezó a sonar "Seres Únicos". El público enloqueció cantando versos como "fidelidad, idea relativa, aguafiestas... es lo que pienso cuando llegas con mirada funesta". Después de la canción, Santi empezó a conectarse con su auditorio: "Nos preguntamos... ¿Os vais a quedar sentados? Les agradezco que no... hemos recorrido miles de kilómetros, desde Cataluña, para venir, hace mucho que queríamos estar en Colombia, está noche será mágica, sabemos que hay muchos rollos, muchas cosas que nos ponen las cosas complicadas, pero está noche, olvida tus problemas, solo por está noche (sic)". Esta fue la antelación perfecta para iniciar "Noches Reversibles" de su álbum de 2007 "Cuentos chinos para niños del Japón". Continuaron con "Segundo Asalto", no sin antes expresar como consideraban el boxeo como una metáfora perfecta para una relación.

Con un "Vamos a tomar un taxi está noche al pasado… hasta una noche del 99" presentaron "1999", una canción fuerte, directa y cruda que llegó directo al corazón de los asistentes, quienes cantaron de manera desgarradora cada uno sus abstractos versos. Continuaron su show con “Belice” y luego invitaron a la audiencia a que en lo posible alardearan a los demás su experiencia de la noche: "¿Qué tal estáis? No estaría mal que cuando salgas del concierto fuerais a dar por culo a todos los que no pudieron estar aquí (sic)”.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Santi Balmes y el guitarrista Julián Saldarriaga se sentaron en un borde del escenario, solo con una guitarra acústica. Narraron como en sus inicios sus canciones eran básicas por limitarse a tocar en solo los acordes Sol y Re. Siguieron contando la historia de un amor: "todo empieza muy bien, la ves y dices ¡maldita sea, que guapa es! y sigues pensando en ella, tiene un magnetismo esta chica". "La Niña Imantada" es la canción a la que hacían introducción, para seguir con su divertido/emotivo relato: "pues la he llamado por teléfono de nuevo, y hemos quedado de vernos, dime si vosotros no habéis pasado por lo mismo (sic)". "Mi primera combustión" era la canción que nació de esta historia. La banda completa volvió e interpretaron una de las canciones más solicitadas por el público a lo largo de la noche, "Wio, Antenas y Pijamas".

Las palabras de Santi siempre sonaron honestas, y conectaron con empatía los sentimientos más profundos de quienes le escucharon: "Algunas veces necesitamos lugares donde acudir donde desahogarte, lugares imaginarios, y de repente dices necesito un sitio un lugar, un lugar solo con ella, un lugar donde podamos ser nosotros mismos y gritar (sic)". En ese momento el público asistente sabía que estaban por escuchar una de las canciones más emocionales de la banda, "Allí dónde solíamos gritar", para luego seguir con "Las Malas Lenguas". La banda luego logró crear un momento especial de conexión con la audiencia latinoamericana presente proveniente de México, Ecuador, Puerto Rico y Venezuela. También recordaron con bromas amistosas y divertidas las raíces colombianas de Saldarriaga, de familia antioqueña. Tocaron luego “Incendios de Nieve” para luego retirarse del escenario a pesar de las peticiones del público por más música y sensaciones.

Después de un tiempo en backstage que pareció sorprendentemente corto, la banda volvió al escenario entre los gritos eufóricos de sus fieles fanáticos. Santi salió luciendo unas divertidas orejas de gato para naturalmente interpretar la animada "Pizzigatos". Su líder sigue conectando a sus espectadores con "esta canción va dedicada a todos quienes tienen un trauma, bueno, todos tenemos traumas para estar aquí... esta canción se llama "Me amo". "¿El colombiano como dice... Follar? ¿Culear? Entonces mañana cuando estéis con tu familia o si tenéis que trabajar y te vean sin voz, podéis decir que habéis estado culeando toda la noche". El público responde como siempre y Love of Lesbian recompensa esa energía poniendo a bailar a todo el mundo con "Si Tú Me Dices Ben, Yo Digo Affleck" y con "Algunas Plantas" que termino con su vocalista refrescando al público, con agua, metafóricamente regando las plantas. La banda se retiró del escenario por segunda vez en la noche, para luego volver Balmes y Saldarriaga, sin conexiones, pedales, amplificadores ni micrófonos. Pidieron a las personas que se sentaran. Caminaron juntos por los pasillos del auditorio y pasando al lado de su entusiasmado público, guitarra y voz, nada más. "Lucha de Gigantes", canción original de Antonio Vega fue su elección para entregar el momento más puro y honesto de toda la noche.

Antes de presentar sus últimas canciones, la agrupación expresó su deseo de volver en una gira Latinoamericana para presentar lo que será su próximo álbum de estudio, alimentando las ilusiones de sus fanáticos de volver a experimentar de nuevo una noche tan especial como la que hasta ese momento aún no había terminado. “Domingo Astromántico” suena y la banda no está sola cantando: es magia lo que se vive en el Teatro Ecci El Dorado.

El grupo español termina su show con la canción más esperada por el público: de su álbum “La noche eterna. Los días no vividos” golpea sin temor al corazón "Oniria e insomnia". La banda se despide haciendo una venía de agradecimiento frente a su más que satisfecho público, quien definitivamente experimentó momentos que superaron todas sus más profundas expectativas. Sólo nos queda agradecer a la organización por haber hecho posible esta noche mágica en Bogotá.



Reseña por David Salgado
Fotografías por Viviana Saavedra