Reseña Rock al Parque 2015 - Día 1

El sol capitalino fue calentando la cabeza de todos los rockeros, quienes desde muy temprano esperaban en el Parque Simón Bolívar para la cita más importante de cada año, Rock Al Parque. Afuera, unos llegaban en bus, otros a pie y algunos en carro, pero todos tenían algo en común: la energía recargada para llenarse del mejor rock.

Al entrar se escucharon los acordes al unísono en dos escenarios, en el Plaza la banda de metal melódico Thy Unmasked dio inicio al festival, pero sin importar el cambio de clima con la lluvia, los asistentes corearon cada una de sus canciones. Mientras tanto, en el escenario Bio, Random Revenge estallaba el escenario con una gran puesta en escena, logrando que nadie quitara los ojos de encima y cabeceara sin parar. A las 3 de la tarde el escenario Eco prendió sus parlantes para recibir a la banda de Death Metal, Ritual, quienes desde Pereira demostraron que el buen metal se produce en todas las periferias del país. Algo que vimos también con Blasfemia, banda que cerró el escenario Eco, con letras fuertes hacia el sistema, considerada una de las mejores de su género en Medellín y que hacía parte de la alianza entre festivales, directamente con Altavoz de Medellín.


Las bandas distritales que dieron continuidad al primer día del festival, lograban subir cada vez más la temperatura. Metal Sevicia, demostró que aunque sólo tienen un álbum en su carrera, sus seguidores son fieles, esto se vio claramente con su canción "Ciudad Miseria" y el amor del público hacia ellos. Una gran banda, la cual hay que ver no sólo en el festival sino en las actuaciones que continuamente dan en la capital. El turno de los artistas nacionales continuaría con MortuoruM, todos fuimos testigos del gran pogo que reventó a más no dar el escenario Plaza, sin duda alguna, una de las mejores presentaciones del día.

El turno seguía para Ubergehen, banda distrital de Thrash Metal con gran recorrido en la escena nacional. Para esta banda no es la primera vez estar en Rock Al Parque, pero cada vez que se presentan se apoderan del escenario, aunque la energía del público no fue la esperada. Animal Mind, banda que combina Thrash, Hard Core y Groove, con el cover de la canción "Domination" (Pantera) encendieron el fuego del metal, que logro retumbar en los oídos de todos los asistente, que sólo el buen metal produce.

Al otro lado, el escenario Eco era testigo del Death Metal de Tears Of Misery, un gran sonido aunque lamentablemente el público asistente carecía de ánimo mientras la banda lo daba todo en tarima, las letras tanto como la interpretación obligaban a no perderse ni un solo segundo de la presentación.

A las 5 de la tarde la banda Nosferatu, con más de 20 años en la escena musical metalera y que además creció con el festival, demostraron en vivo una vez más el gran sonido que poseen y con sus letras blasfemas lograron mover las cabezas del público en el escenario Plaza.


En el Simón Bolívar se estaba viviendo el metal colombiano, pero llegó el turno para la primera banda internacional con Melechesh, procedente de Jerusalén, quienes nos dieron una gran interpretación, mezclando Thrash Metal con influencia de sonidos armenios, que incendiaron la noche metalera capitalina. Con el Heavy Metal de Malón, viajaríamos hasta Argentina, esta banda con 20 años de vida artística, es una de las bandas pioneras del género en Latinoamérica. El punto más alto de su presentación se dio cuando tocaron las primeras notas de "Evitando el Ablande", cover realizado a Hermética, otra mítica banda de Heavy Metal ya extinta.

El Speed Metal de Revenge causó más de un pogo, la energía de la banda se sintió en todo el escenario Eco estando a más no poder, logrando llevarse el título como una de las mejores bandas de Speed Metal en el país.

Luego, Demolator con su Thrash Metal crudo se presentó por primera vez en Rock Al Parque. Excelentes riffs, acompañados de la mejor actitud por los integrantes, ellos fueron los encargados de ir cerrando el escenario Eco, como si el mundo se fuera a acabar.

Sacred Goat, banda que se presentó en el 2013 volvió en ésta edición para demostrar el por qué no sólo Rock Al Parque les abre las puertas, sino grandes festivales en el país les ha seguido la pista. Esta banda desprende una gran pasión que inunda al público asistente, sin importar que muchos fueran por Melechesh, al escucharlos el escenario Plaza se llenaba aún más.


La última banda nacional en medio de la lluvia y el frío fue Serpentarius, la propuesta de mezclar música folclórica con metal demostró que no importa el género sino la manera en la cual es creada una gran canción, este grupo capitalino sorprendió a los asistentes con su propuesta musical, por primera vez el público del Simón Bolívar agitaba las cabezas con el ritmo de los riffs de guitarra y luego con el de las zampoñas, sin duda alguna Serpentarius cerraron con broche de oro el primer día por parte de las bandas nacionales.

Por el otro lado, Sagros desde la sucursal del cielo nos trajeron un poco del infierno, llenando a más de una cabeza de aquel Thrash Metal de los 90\'s colombiano. Legacia, con 15 años en escena, han concretado su sonido fiel al Heavy Metal, esto fue evidente por la manera en la que se apoderaron del escenario Bio.

Para cerrar el escenario Bio, la legendaria banda de Thrash Metal, Nuclear Assault, no se podían perder la celebración de éstos 21 años del festival. Quizás, una de las bandas más esperadas del primer día. El escenario no daba más cabida, los pogos se agrandaban y el suelo temblaba. Aunque Nuclear Assault constantemente se presenta en Colombia cada vez que lo hacen es como si fuera la primera. Un gran acierto para cerrar éste escenario.


Finalmente el escenario Plaza se preparaba para recibir a la banda de Black Metal procedente de Polonia, Behemoth, está agrupación es catalogada por reconocidas revistas como una de las mejores bandas del mundo en su género y por primera vez llegaba a un escenario de Rock Al Parque. Cientos de asistentes fueron testigos de la gran presentación de Behemoth. Entre llamas y un show teatral, los asistentes olvidaron la lluvia y corearon hasta la última canción.

El punto a favor fue el apoyo del festival al talento emergente colombiano; lo malo: la poca asistencia en los tres escenarios. Al público colombiano le hace falta conocer a sus bandas nacionales. Muchas veces se cataloga de malo un festival por la falta de conocimiento de las agrupaciones asistentes, por eso es bueno educar a los amantes de la música con lo nuestro y apoyar el producto colombiano y consumirlo para que cada edición tenga bandas nacionales de la talla de las internacionales, sin notar la diferencia en el público o en la importancia por parte de los medios en general.




Reseña por Adriana Morales
Fotos por Isabel Orjuela