Una noche mágica en Bogotá: Coldplay en el Campín

Cae la noche en la ciudad y con ella, lentamente los asistentes del Campín van llenando el recinto, expectantes a lo que vendría a lo largo de las horas siguientes. Poco después de las 7 pm se sube al escenario el proyecto sonoro de Elsa Carvajal, más conocida como Elsa y Elmar. Su propuesta colorida, fresca y llena de matices cargados de un Synth Pop dulce y contagioso encantó a propios y extraños, recibiendo una cálida respuesta por parte del público que aún seguía llegando al lugar.

La presentación de la artista británica Lianne La Havas fue toda una revelación. Su potente voz impactó desde el principio con la interpretación de su sencillo "Forget". Después, continuó presentándonos sus mejores canciones y cambiando sistemáticamente de guitarras, tocándolas con un preciso "Finger-Picking", técnico pero sobre todo, con un corazón y alma que solo ella logró perfeccionar. Con sencillos como "Green And Gold, Wonderful", "I Say A Little Prayer" (emotivo cover de Aretha Franklin), "Grow" (que consiguió crear una especial conexión con el público, que acompañó el intenso coro "Turn up for this love"), "Unstoppable" con un veloz arpeggio y "Midnight", La Havas dio cátedra de Soul y R&B a la ciudad.

A las 9 pm se apagan los reflectores, una voz mezzo-soprano retumba y la audiencia se emociona: ha llegado el tan esperado momento, el cuarteto liderado por Chris Martin salta al escenario en medio de una explosión de luces, colores y fuegos artificiales que encendieron el cielo y los corazones capitalinos. Contundente, "A Head full of dreams" empieza a sonar. El éxtasis se siente en cada uno de los asistentes cuando cada luz del lugar se torna amarilla y los orgánicos acordes de "Yellow" empiezan a llenar cada rincón del estadio. Martín, carismático como siempre, toca una guitarra probada en batalla y el coro del clásico es entonado por mas de 40.000 personas. Sería la única canción interpretada del "Parachutes". Con "Every Tear is a Waterfall", las luces y colores cobraron aún más fuerzas, que pronto fue equilibrada con "The Scientist", que requirió a un Martín moderado en un piano adornado con flores.
Colplay en Bogotá
Al sonar "Life in Technicolor" se encendieron de nuevo las pulseras electrónicas entregadas al inicio del evento y un maravilloso océano multicolor alzó las manos al aire. La atmósfera era increíble y con Paradise la sensación de unidad se incrementó. "Tengo que hablar en inglés porque mi español es pfft" se dirigió al público Chris, quien se trasladó con la banda al centro del estadio, "Esta canción se llama "Everglow" anunció (de nuevo en español) mientras un complejo mándala azul se proyectaba en el escenario y retomaba el control del piano. De su álbum "Ghost Stories" sonó "Magic" y logró su intención: la magia era palpable en el ambiente, se podía respirar, ver y escuchar en el melancólico "When I fall... I fall so far... I wanna fall... Fall so high". Después de un momento tan íntimo y personal, Chris enloquece a su público con una camiseta de la selección puesta mientras él y la banda tocaban una variación de "God put a smile upon your face" e invitando a acompañar la canción con las palmas.
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Láser rojos iluminaron el famoso escenario deportivo y el conocido teclado de "Clocks" estremeció a los asistentes quienes saltaron al ritmo de un medley de EDM que complementó perfectamente el cierre de la canción, que dio paso a "Charlie Brown" del "Mylo Xyloto". La interpretación de "Hymn for the Weekend" fue acompañada de una explosión de papeles al aire y las pulseras de nuevo deslumbraron con colores rojos y amarillos. Los ánimos se sosegaron levemente con "Fix You" y una hermosa versión de "Heroes" de David Bowie. A continuación, el escenario principal se dispuso para "Viva la vida", que inevitablemente requirió a Will Champion golpeando enormes tambores y una campana para conseguir ese sonido tan característico de la canción. La fiesta se prendió de nuevo con el hit "Adventure of a Lifetime". Globos gigantes aparecieron de la nada entre los espectadores, primates multicolores en las pantallas y Martín le pide al publico un "todo el mundo abajo, por favor... por favor todo el mundo abajo... Un! Dos! Tres! Arriba!". Al terminar la canción se apagaron todas las luces, dejando al público a la expectativa de saber si escucharían algo más de la banda.

Después de un breve encore, el cuarteto reaparece ubicado lo más al norte que les es posible. "We think that some people also deserve to see us... you guys in the back, we also play for you (sic)". "Us Against the World" fue la canción escogida para su regreso y luego presentan en pantalla una solicitud especial del público vía Instagram, pidiendo "The Hardest Part". El líder de la banda confiesa: "Esta canción la escribimos hace 15 años, and we know you are special, por eso es que esta es la primera vez en 10 años, que vamos a tocarla, se llama "See you soon". La balada "Amazing day", extraída de su último álbum de estudio es tocada y luego,"A Sky full of Stars", en un despliegue impresionante de técnica visual, luces, fuegos artificiales, láser, pulseras electrónicas y cientos de miles de papeles en forma de estrella, volando por los aires.
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El fragmento "Now we´re gonna get it, get it together" marca el final del inolvidable show, con Chris Martin en el piano interpretando "Up & Up". Agradeciendo al público latinoamericano, la banda se despide, no sin dejar un aura mágica de paz, armonía y amor.

Gracias a la organización por haber hecho posible este evento y es seguro que Coldplay debe regresar a Colombia, ya que tienen más de 40.000 razones para hacerlo.


Reseña por David Salgado
Fotos por Camila Valenzuela