El pasado 7 de Diciembre, se vivió un evento único y nunca antes visto en Bogotá: El Sónar Music Creativity & Technnology. Más que un festival, Sónar es una celebración a las nuevas tendencias, arte digital, diseño, vanguardia, moda y tecnología. Las puertas se abrieron en Corferias a las 4 PM y para entonces una gran cantidad de asistentes ya se habían aglomerado para entrar a los dos recintos y no perderse el más mínimo detalle que la ocasión pudiera ofrecer.
Proveniente de Medellín, Dj Dany F fue el encargado de prender no los motores, sino las turbinas de la fiesta, con beats característicos del viejo continente, con ritmos tropicales y frenéticos. Un acto con mucho futuro para la movida local. La propuesta local de Las Hermanas, inusual proyecto sonoro del artista Diego Cuellar fue una de las sorpresas más gratas para aquellos que llegaron temprano a escucharle.
Sin duda este es una iniciativa para escuchar con calma, dada la riqueza particular de los elementos empleados en sus beats. Poncho, como se esperaba, atacó con fuerza visualmente. Este colectivo se enfrentó a un público aún frió, pero logró sacar eficazmente energía de este. Frente Cumbiero puso a bailar desde temprano con su exploración del ritmo más tradicional en Latinoamérica, explorando cada matiz, tono, color y sabor que la cumbia imprime en los corazones.
La cuota chilena del festival, Dj Raff, agregó un movimiento más calle en su set, ofreciendo un poco más de color a la noche que apenas estaba iniciando. Evian Christ, el Dj más joven del festival, apeló con fuerza a recursos visuales, pero no por ello descuidó su base musical, dando vida a una de las premisas fundamentales del festival: La exploración auditiva. El duo Gorgon City, tal vez una de las propuestas más conocidas por su sonido club, se apoderó de los samplers y fue inevitable saltar con canciones como Saving my Life" o "Imagination". Con un set más chilled, Kiasmos bajó a propósito la temperatura del SonarHall, para luego aumentar las revoluciones gradualmente, jugando a su voluntad con las emociones dispuestas por un público del cual se apoderaron. En el SónarClub mientras tanto, el hipnótico DJ set de Orlando Higginbottom, más conocido en el mundo de la música electrónica como Totally Enormous Extinct Dinasours calentó aún más al crowd, que cada vez más entregado a la experiencia.
Pional y Recondite, dos propuestas totalmente opuestas, se complementaron en tarima. Dj's trabajados a fuerza de presentaciones en clubs que mostraron precisamente la esencia de fiesta que les caracteriza con un set memorable.
El Electroindie de Hot Chip, uno de los actos más esperados por los asistentes golpeó con fuerza el SonarClub. Una impecable presentación en vivo que contó con canciones como "One Life Stand”, “Over and Over” y una novedosa versión de "I Feel Better”, ratifican el increíble momento por el que pasa el colectivo londinense. Brodinski, prodigioso francés, dio continuidad a la noche y no se convirtió en presentación de transición, sino fue una de las más gratas sorpresas de la noche en los decks. Mezclas con tintes de los 80's con toques de hip-hop que no perdieron por un instante aires vanguardistas.
Mientras, en el otro escenario, Bomba Estéreo se presentó en un show lleno de contrastes: por un lado, dieron muestra de la esencia caribeña que les dio reconocimiento mundial y por el otro, la evolución musical que se ha mostrado en su último trabajo discográfico. Li Saumet y compañía deslumbró visualmente.
Chemical Brothers, sin duda el headliner del festival, se subió al escenario SónarClub pasada la media noche y la respuesta de los asistentes fue intensa y desmedida. El escenario estaba repleto para presenciar lo que sería una de las experiencias sonoras más aclamadas de los últimos años. Así mismo, el dúo inglés conformado por Tom Rowlands y Ed Simons estuvo totalmente a las altura de las expectativas creadas y con un set que recorrió las piezas más fundamentales en su carrera, logró poner a bailar a un auditorio completo, que hipnotizado por el sólido concepto, vio recompensada la espera. Dixón cierra el festival con un enérgico trabajo en decks, fruto de la experiencia y recorrido.
Sónar deja un balance positivo, tanto en asistencia como en la organización del mismo, que no tuvo mayores complicaciones en logística. El sentimiento final es el de haber cumplido también las expectativas del festival y poder volver a disfrutar de esta experiencia próximamente.
Reseña por David Salgado
Fotos por Juank Díaz
Proveniente de Medellín, Dj Dany F fue el encargado de prender no los motores, sino las turbinas de la fiesta, con beats característicos del viejo continente, con ritmos tropicales y frenéticos. Un acto con mucho futuro para la movida local. La propuesta local de Las Hermanas, inusual proyecto sonoro del artista Diego Cuellar fue una de las sorpresas más gratas para aquellos que llegaron temprano a escucharle.
Sin duda este es una iniciativa para escuchar con calma, dada la riqueza particular de los elementos empleados en sus beats. Poncho, como se esperaba, atacó con fuerza visualmente. Este colectivo se enfrentó a un público aún frió, pero logró sacar eficazmente energía de este. Frente Cumbiero puso a bailar desde temprano con su exploración del ritmo más tradicional en Latinoamérica, explorando cada matiz, tono, color y sabor que la cumbia imprime en los corazones.
La cuota chilena del festival, Dj Raff, agregó un movimiento más calle en su set, ofreciendo un poco más de color a la noche que apenas estaba iniciando. Evian Christ, el Dj más joven del festival, apeló con fuerza a recursos visuales, pero no por ello descuidó su base musical, dando vida a una de las premisas fundamentales del festival: La exploración auditiva. El duo Gorgon City, tal vez una de las propuestas más conocidas por su sonido club, se apoderó de los samplers y fue inevitable saltar con canciones como Saving my Life" o "Imagination". Con un set más chilled, Kiasmos bajó a propósito la temperatura del SonarHall, para luego aumentar las revoluciones gradualmente, jugando a su voluntad con las emociones dispuestas por un público del cual se apoderaron. En el SónarClub mientras tanto, el hipnótico DJ set de Orlando Higginbottom, más conocido en el mundo de la música electrónica como Totally Enormous Extinct Dinasours calentó aún más al crowd, que cada vez más entregado a la experiencia.
Pional y Recondite, dos propuestas totalmente opuestas, se complementaron en tarima. Dj's trabajados a fuerza de presentaciones en clubs que mostraron precisamente la esencia de fiesta que les caracteriza con un set memorable.
El Electroindie de Hot Chip, uno de los actos más esperados por los asistentes golpeó con fuerza el SonarClub. Una impecable presentación en vivo que contó con canciones como "One Life Stand”, “Over and Over” y una novedosa versión de "I Feel Better”, ratifican el increíble momento por el que pasa el colectivo londinense. Brodinski, prodigioso francés, dio continuidad a la noche y no se convirtió en presentación de transición, sino fue una de las más gratas sorpresas de la noche en los decks. Mezclas con tintes de los 80's con toques de hip-hop que no perdieron por un instante aires vanguardistas.
Mientras, en el otro escenario, Bomba Estéreo se presentó en un show lleno de contrastes: por un lado, dieron muestra de la esencia caribeña que les dio reconocimiento mundial y por el otro, la evolución musical que se ha mostrado en su último trabajo discográfico. Li Saumet y compañía deslumbró visualmente.
Chemical Brothers, sin duda el headliner del festival, se subió al escenario SónarClub pasada la media noche y la respuesta de los asistentes fue intensa y desmedida. El escenario estaba repleto para presenciar lo que sería una de las experiencias sonoras más aclamadas de los últimos años. Así mismo, el dúo inglés conformado por Tom Rowlands y Ed Simons estuvo totalmente a las altura de las expectativas creadas y con un set que recorrió las piezas más fundamentales en su carrera, logró poner a bailar a un auditorio completo, que hipnotizado por el sólido concepto, vio recompensada la espera. Dixón cierra el festival con un enérgico trabajo en decks, fruto de la experiencia y recorrido.
Sónar deja un balance positivo, tanto en asistencia como en la organización del mismo, que no tuvo mayores complicaciones en logística. El sentimiento final es el de haber cumplido también las expectativas del festival y poder volver a disfrutar de esta experiencia próximamente.
Reseña por David Salgado
Fotos por Juank Díaz