El showcase en esta oportunidad, fue una muestra de la gran iniciativa del Teatro Pablo Tobón Uribe en conjunto con la banda fundadora de Kraken y la Orquesta Sinfónica de Antioquia, quienes tienen el sueño de hacer un regalo a la ciudad de Medellín los días 8, 9, y 10 de febrero del 2018, en forma de homenaje a Elkin Ramírez, una leyenda que no morirá, y su proyecto de rock, el más importante de la historia de la ciudad liderado por él durante más de 30 años, quien hizo de la música y del rock su proyecto de vida y quien puso toda su alma en cada una de las canciones que sonarán por siempre en estas tierras y estarán en la memoria de todos los rockeros de la escena paisa.
Kraken y su sonido heavy rock, con la impresionante voz de Elkin Ramírez, es la banda que nos habló de toda una historia de sacrificio y firmeza donde se debe ser fiel a los sueños y luchar incansablemente por lo que se quiere. Debe ser por eso, que los fundadores de Kraken quieren hacer de este proyecto una realidad que se ha formalizado y ha dado grandes pasos, como fue esta muestra que disfrutamos en el teatro en compañía de grandes empresarios de la ciudad quienes estarán honrados de apoyar esta unión musical.
Eran las 7:13 de la noche del jueves 28 de septiembre, y de repente, las luces del escenario iluminaron las bambalinas donde se ocultaban los músicos de la Orquesta Sinfónica de Antioquia, quienes afinaban sus instrumentos con los cuales deleitarían al selecto público que esperaba ansiosamente el show.
Por fin salió a la luz el guitarrista Hugo Restrepo con un solo de guitarra que dio la bienvenida al concierto. Finalizando el solo, se dirigió al público con unas cálidas palabras que enaltecían la misión de Elkin, y el legado que vivirá por siempre en el rock, siendo muy enfático en que Kraken es una historia que no ha terminado y que es digna de seguir viva eternamente en los oídos de los rockeros quienes fueron testigos de la vida y obra de este poeta del rock colombiano que tanto aportó a nuestra cultura.
Se abrieron totalmente los telones en el escenario y empezaron a aparecer los tres vocalistas que interpretarían las canciones de Kraken en compañía de la orquesta y la banda base conformada por cinco miembros originales: Jorge Atehortúa, Ricardo Posada, Jaime Ochoa, Hugo Restrepo y Gonzo Vásquez, estos dos últimos comenzaron su historia con Kraken cuando apenas eran unos estudiantes de colegio, fueron pioneros de esta gran banda y eso los dejará marcados para siempre.
Los arreglos orquestales fueron realizados por Julio César Sierra, que serían interpretados junto a más de 70 artistas en escena incluyendo las tres voces antes mencionadas: Jhon Abadía “El tenor del rock”, Catalina Cuervo, soprano y Marcel Villamil.
Ya con todos estos músicos en escena, se encendieron las luces y empezaron a sonar los acordes del teclado de Vestido de Cristal, sonó la batería característica con la que empieza la descarga de esta canción y toda la orquesta siguiendo al director empezó a sonar sus instrumentos. Esta canción tiene una carga rockera y de balada, que hace erizar a quien la escuche, ya que tiene una melodía fuerte y melancólica, por todo esto es de las canciones favoritas del público y con ella empezaron el show. En esta oportunidad los tres vocalistas interpretaron las voces.
La segunda canción en sonar fue “No me hables de amor” en la voz de Jhon Abadía quien interpretó con el corazón y toda la energía esta canción de la banda Kraken, donde la voz es altamente exigente con notas muy agudas que alcanzan a estremecer a todo el público, quienes entre aplausos se sentían muy complacidos con el espectáculo.
Seguida de ésta, sonó en la voz de Marcel Villamil la canción “Palabras que sangran” otro clásico del disco Kraken II, que hizo volar a los asistentes entre las melodías poderosas y la voz aguda del intérprete quien disfrutó cada sílaba cantada y animó al público a mover sus cabezas al ritmo rockero.
Sorprendente fue la intervención de la soprano Catalina Cuervo con la canción “Lágrimas de fuego” del disco Kraken III, una voz femenina poderosa y cargada de mucha técnica e interpretación que dejó atónitos a los espectadores.
Para finalizar la muestra de este proyecto, los cantantes y músicos en escena volvieron a interpretar “Vestido de Cristal” para que los asistentes se levantaran de sus asientos y cantaran junto con ellos con toda la energía y veracidad con la que lo hacía Elkin Ramírez.
Finalmente, la gerente de la Orquesta Sinfónica de Antioquia salió a dar unas palabras de agradecimiento y a invitar a las empresas acompañantes a que apoyaran esta iniciativa que sería un regalo para la ciudad y su cultura musical, y posteriormente se brindó un cóctel y se hizo una rueda de prensa con los invitados y los organizadores del evento que tuvo un desenlace impecable, lleno de nostalgia y apasionamiento.
Escrito por Mónica Marcela González Jaramillo y Fotos por Juan Pablo Ocampo Correa
Kraken y su sonido heavy rock, con la impresionante voz de Elkin Ramírez, es la banda que nos habló de toda una historia de sacrificio y firmeza donde se debe ser fiel a los sueños y luchar incansablemente por lo que se quiere. Debe ser por eso, que los fundadores de Kraken quieren hacer de este proyecto una realidad que se ha formalizado y ha dado grandes pasos, como fue esta muestra que disfrutamos en el teatro en compañía de grandes empresarios de la ciudad quienes estarán honrados de apoyar esta unión musical.
Eran las 7:13 de la noche del jueves 28 de septiembre, y de repente, las luces del escenario iluminaron las bambalinas donde se ocultaban los músicos de la Orquesta Sinfónica de Antioquia, quienes afinaban sus instrumentos con los cuales deleitarían al selecto público que esperaba ansiosamente el show.
Por fin salió a la luz el guitarrista Hugo Restrepo con un solo de guitarra que dio la bienvenida al concierto. Finalizando el solo, se dirigió al público con unas cálidas palabras que enaltecían la misión de Elkin, y el legado que vivirá por siempre en el rock, siendo muy enfático en que Kraken es una historia que no ha terminado y que es digna de seguir viva eternamente en los oídos de los rockeros quienes fueron testigos de la vida y obra de este poeta del rock colombiano que tanto aportó a nuestra cultura.
Se abrieron totalmente los telones en el escenario y empezaron a aparecer los tres vocalistas que interpretarían las canciones de Kraken en compañía de la orquesta y la banda base conformada por cinco miembros originales: Jorge Atehortúa, Ricardo Posada, Jaime Ochoa, Hugo Restrepo y Gonzo Vásquez, estos dos últimos comenzaron su historia con Kraken cuando apenas eran unos estudiantes de colegio, fueron pioneros de esta gran banda y eso los dejará marcados para siempre.
Los arreglos orquestales fueron realizados por Julio César Sierra, que serían interpretados junto a más de 70 artistas en escena incluyendo las tres voces antes mencionadas: Jhon Abadía “El tenor del rock”, Catalina Cuervo, soprano y Marcel Villamil.
Ya con todos estos músicos en escena, se encendieron las luces y empezaron a sonar los acordes del teclado de Vestido de Cristal, sonó la batería característica con la que empieza la descarga de esta canción y toda la orquesta siguiendo al director empezó a sonar sus instrumentos. Esta canción tiene una carga rockera y de balada, que hace erizar a quien la escuche, ya que tiene una melodía fuerte y melancólica, por todo esto es de las canciones favoritas del público y con ella empezaron el show. En esta oportunidad los tres vocalistas interpretaron las voces.
La segunda canción en sonar fue “No me hables de amor” en la voz de Jhon Abadía quien interpretó con el corazón y toda la energía esta canción de la banda Kraken, donde la voz es altamente exigente con notas muy agudas que alcanzan a estremecer a todo el público, quienes entre aplausos se sentían muy complacidos con el espectáculo.
Seguida de ésta, sonó en la voz de Marcel Villamil la canción “Palabras que sangran” otro clásico del disco Kraken II, que hizo volar a los asistentes entre las melodías poderosas y la voz aguda del intérprete quien disfrutó cada sílaba cantada y animó al público a mover sus cabezas al ritmo rockero.
Sorprendente fue la intervención de la soprano Catalina Cuervo con la canción “Lágrimas de fuego” del disco Kraken III, una voz femenina poderosa y cargada de mucha técnica e interpretación que dejó atónitos a los espectadores.
Para finalizar la muestra de este proyecto, los cantantes y músicos en escena volvieron a interpretar “Vestido de Cristal” para que los asistentes se levantaran de sus asientos y cantaran junto con ellos con toda la energía y veracidad con la que lo hacía Elkin Ramírez.
Finalmente, la gerente de la Orquesta Sinfónica de Antioquia salió a dar unas palabras de agradecimiento y a invitar a las empresas acompañantes a que apoyaran esta iniciativa que sería un regalo para la ciudad y su cultura musical, y posteriormente se brindó un cóctel y se hizo una rueda de prensa con los invitados y los organizadores del evento que tuvo un desenlace impecable, lleno de nostalgia y apasionamiento.
Escrito por Mónica Marcela González Jaramillo y Fotos por Juan Pablo Ocampo Correa