Entrevista a Masacre

Por. Javier Castro
Director Corporación NOVENO CIRCULO

MASACRE
Reflejo de una Colombia real


Muchos recordamos con nostalgia los años 80’s, pues nos trae a la memoria gratos momentos recreados en un ambiente muy particular dado por la moda, la música, los programas de televisión (especialmente The Bill Cosby Show). Pero lamentablemente en los años 80’s se recrudeció una guerra interna que actualmente padecemos y donde solo han cambiado los protagonistas y sus términos.

Cronológicamente podríamos situarnos en el día 30 de abril de 1984, cuando el entonces Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla de 38 años de edad, ordenó a su escolta que cambiara de ruta para eludir el tráfico pesado de la carrera séptima de Bogotá mientras se dirigía a su casa.

Al salir del túnel que atraviesa la autopista del norte, una motocicleta roja ocupada por dos hombres emprendió veloz carrera para situarse al lado del vehículo. El guardaespaldas que iba en el asiento delantero del carro del Ministerio alcanzó a desenfundar su arma mientras prevenía a Lara Bonilla: “¡Cuidado: los de la moto!”.

El hombre que iba de “parrillero” hizo fuego con una subametralladora Ingram una ráfaga de 25 tiros sobre la humanidad del Ministro. El conductor siguió la marcha a toda velocidad y lo propio hizo Byron Velásquez, quien conducía la moto. El carro de la escolta emprendió la persecución y una granada lanzada por Iván Darío Guizado, el sicario que había sido contratado en Medellín para asesinar al enemigo número uno de los mafiosos. Unas pocas cuadras más abajo, los asesinos fueron capturados al perder el control en una curva. Guizado quedó muerto al caer y fracturarse el cráneo. Velásquez fue detenido y allí comenzó gran parte de esta historia.

En ese momento, el capo del narcotráfico más poderoso del mundo vivía en Medellín y era dueño de grandes y ostentosas propiedades, acciones en el equipo verde de la capital antioqueña y líder de un movimiento político con el cual logró acceder a una curul en el Congreso y ejerció “legítimamente” el poder. Hoy se recuerda a Pablo Escobar Gaviria entre odios y amores, pero sin duda alguna fue el precursor de los más sangrientos episodios de terror en Colombia.

Para los jóvenes colombianos que hoy se adhieren al movimiento del Metal, algunos atraídos por su sonido, otros por la parafernalia oscura y los más sensatos por la propuesta ideológica, lamentablemente desconocen gran parte de la historia que motivó a muchas personas a saciar su necesidad de ser escuchados y decir en su propio lenguaje lo cansados y aturdidos que estaban de tanta violencia, corrupción y pocas oportunidades de surgir sin exponerse a la muerte.

El pasado 25 de febrero se presentó en Bucaramanga la banda más representativa del death metal nacional. Desde la ciudad de la eterna primavera y cumpliendo 16 años de carrera musical, llegó MASACRE para promover su última producción “TOTAL DEATH”. Con grabadora en mano y tomando PONY MALTA en una cafetería de la calle 35 con cra. 13 del centro de Bucaramanga, tuve la oportunidad de hablar con su vocalista y líder, el señor Alex Oquendo. Aquí está su entrevista:

¿Qué le llevó a formar una banda de death metal?

La idea inicial fue organizar un grupo para hacer música fuerte, pues teníamos muchas ganas de hacer algo que nos identificara y que permitiese proyectar un concepto lírico brutal y real acerca de la violencia y en contra de su manifestación en Colombia.

Para nosotros ha sido triste y preocupante la respuesta apática y apacible del pueblo colombiano ante su propio desangramiento, por ello hicimos de MASACRE un canal de protesta que representara la evidente realidad. Esto fue aceptado por el público quien rápidamente fue creciendo y sintiéndose identificado con nuestra música hasta el día de hoy.

Nosotros nunca pensamos que la banda fuese a durar tanto y menos que adquiriese un carácter tan profesional.

¿Alguna experiencia cercana con la violencia les motivó para componer y editar su primer trabajo: COLOMBIA… IMPERIO DEL TERROR?

Estábamos en el núcleo de la guerra donde los secuestros, asesinatos, desapariciones, la gestación de grupos armados de izquierda y derecha eran cada día más grandes y su accionar más violento. Nosotros teníamos una concepción clara de nuestra música, pero éramos jóvenes inquietos y queríamos hacer algo innovador. No queríamos hablar de demonios. La idea era pronunciarnos ante hechos reales. Lamentablemente vimos caer muertos varios amigos y conocidos.

¿Cómo logran que la contundencia de su mensaje a través de la música, no se convierta en una apología a la guerra y la violencia?

Nosotros estamos en medio de la guerra, pero no estamos armados. Nuestras únicas armas son los sonidos estridentes y el gritar con odio y angustia. Por eso le digo al público en los conciertos que griten con odio, para que sientan el verdadero dolor por Colombia.

La carátula del trabajo MUERTE VERDADERA MUERTE generó una fuerte polémica entre sectores conservadores que reclamaron por el respeto a los símbolos patrios ¿Cuál era la intención de MASACRE al mostrar el escudo de Colombia destruido?

Siempre hemos usado obras de arte para las carátulas de nuestros discos. Por ejemplo, El REQUIEM de 1991 tiene una pintura que representa la forma como matan al Cesar de forma romana. El “BARBARIE Y SANGRE EN MEMORIA DE CRISTO” de 1993 lleva un cuadro llamado “EL CRISTO o EL SANTO ENTIERRO”. La carátula del “SACRO” de 1995 es un cuadro llamado “LA GUERRA”. En el “MUERTE VERDADERA MUERTE”, queríamos conectar el concepto gráfico con el mensaje global del disco.

Pocos rinden honores o llevan en el corazón los símbolos patrios, pero al momento de verlos tergiversados se rasgas las vestiduras en un acto de hipocresía. En esta modificación al escudo nacional, vemos el país que realmente tenemos y no el que añoramos.

¿Los integrantes de MASACRE participan activamente en los procesos políticos de nuestro país?

No nos interesa, pues estamos convencidos que la paz y la armonía que deseamos para Colombia no se consigue a través de procesos encabezados por la desgastada y corrupta clase política que siempre procura el beneficio particular sobre el interés colectivo.

¿Y el Presidente Uribe?

Lo mejor entre lo peor.

¿Cuál es el país que añora Alex Oquendo?

Un país sin violencia, donde los campesinos no sean desplazados a las ciudades, donde se pueda surgir por los méritos propios, donde nadie ataque a los demás por su criterio y donde el sueño de Libertad de Simón Bolívar sea realidad.

En ese país que añoras no tendría razón de existir MASACRE

Habría una razón más de existir, bajo otro término e ideología.

¿Qué lectura le da el público extranjero a la propuesta de MASACRE y cómo lo percibieron al final de su reciente gira suramericana?

Desde hace mucho tiempo recibo mensajes de apoyo y admiración de personas en países que desconozco su ubicación geográfica y donde seguramente no viven la situación de violencia que motiva nuestra obra y tampoco entienden nuestro idioma, pero de alguna manera pensamos que pueden sentirse identificados con la música. MASACRE es una banda reconocida gracias a la distribución de su música en gran parte del mundo, y para nosotros fue grandioso darnos cuenta que somos una banda grande en nuestro continente.

En Argentina están atravesando por una delicada situación económica y social, donde pudimos percibir que el público que asistió a nuestros shows entendía y se identificaba con el mensaje.

¿Cómo se explica que haya asistido más gente a los conciertos de MASACRE en Perú que en Argentina?

Argentina está movida por el Heavy Metal, son fuertemente influenciados por el blues, el rock en español. Los “rokeros” argentinos prefieren la música más melódica, mientras que en este extremo del continente vivimos un ambiente más crudo y violento donde tiene amplia cabida el sonido extremo del brutal death metal.


¿Qué le disgusta del Metal nacional?

Me parece que el papel que asumen algunas bandas, en ocasiones esta ceñido a las apariencias y las modas. Esto se evidencia al llegar un estilo y su parafernalia que a la postre pasa y la gente que los escuchaba y sus bandas también desaparecen de la escena.

Es muy difícil mantener una banda como lo hemos hecho con MASACRE. Seguimos pensando y tocando de la misma manera que hace 16 años sin vendernos ni ceder ante las presiones del mercado y las modas, pues estamos seguros que en un país como Colombia no llegaremos a ser “estrellas del death metal” y tampoco nos interesa.

En plena época de globalización, donde nos nutrimos de información gracias al Internet, la televisión satelital y la constante llegada de material discográfico al país, ¿Cómo hacían los metaleros hace 16 años para comunicarse, comprar e intercambiar material?

El correo aéreo siempre ha sido el principal medio de intercambio de música e información, en ocasiones las conversaciones telefónicas, pero los costos eran muy altos.

En esa época todo era muy demorado, pues enviar una carta a Europa donde siempre hemos tenido la mayor cantidad de nuestros contactos, se demoraba un mes en llegar. Mientras quien la recibe se toma 10 o 15 días en responder, la llegada a Colombia del material tardaba otro mes. En resumidas cuentas, comunicarse con alguien demoraba 3 meses, o sea la cuarta parte del año.

Recuerdo que en 1993 cuando nos contactaron para el primer concierto internacional, realizado en Venezuela, la forma más rápida y económica de comunicarnos era por Fax.

El Metal de Colombia ha logrado adquirir una identidad propia, quizá porque representa honestamente sentimientos de dolor, ira, zozobra y toda la temática que conforma el imaginario de sus letras ¿Comparte usted esta opinión?

Si, parte de eso se ve en Argentina, pues ellos vivieron la guerra de las Islas Malvinas y son muy aferrados a sus costumbres y manifestaciones culturales, algo similar ocurre con Colombia y la guerra que le toca afrontar, pues eso contribuye a que se genere un tipo de música más fuerte y con una temática ideológica real, que nos invite a soñar, pensar o criticar en forma de protesta.

Un país como Brasil, donde se ha manejado mucho la música extrema en Suramérica, ha perdido protagonismo en el panorama mundial, pues en Colombia se está haciendo verdadera música fuerte, agresiva y consecuente con su realidad. Las casas disqueras, las grandes bandas y los medios de comunicación especializados se están dando cuenta de esto.

Palabras Finales

Bueno, una saludo para vos Javier, para el NOVENO CIRCULO, gracias por la entrevista y mantengan su energía y apoyo al death metal.