Era la tarde del 22 de Abril, mientras hacia la fila para ingresar al restaurante donde “metieron” a Sadus, recibí un volante impreso a una tinta, el cual me llamo la atención al no ser el típico diseño a la colombiana: Cuando los “flyers” no llevan un fondo sobresaturado de demonios o calaveras, llevan una foto de los músicos con cara de “malandros”. Este flyer mostraba una guitarra emergiendo del agua, y los logos de las bandas invitadas aparecían a un lado. Yo que personalmente desde hace tiempo no apoyo los conciertos de bandas nacionales, me interese en asistir con el único animo de pasear y comprobar que tan cierto era que a alguien se le ocurriera una locura de tal magnitud: Llevar a más de una centena de rockeros a pasear, darles comida, transporte, hospedaje y concierto. Eso estaba por verse.
5 de Mayo de 2007 (sábado)
Llegué al punto de salida alrededor de la 1:00 PM, compré mi boleta y mientras el sol arreciaba encontré a decenas de personas apostadas en los andenes huyendo del calor de la tarde. Nos ubicaron en los buses a eso de las 2:30 PM, y allí empecé a ver que la cuestión iba en serio. En medio de una buena dosis de metal fuimos dejando la ciudad y cientos de latas vacías de cerveza, a las 5:15: llegamos al lugar, una hermosa finca enclavada en las montañas de Chinauta (Cund). Allí me lleve otra grata sorpresa: cero policías, ni un “calvo” nadie con bates, ni caras amenazadoras, fue el mismo organizador quien en la puerta nos dio la bienvenida y nos hizo las recomendaciones para el evento.
Todos entramos en perfecto orden, armamos nuestras carpas, y uno que otro alicorado fue directo a la piscina, que emoción ver a todo el mundo feliz, despreocupado de todo. Nada parecido a las frías bodegas bogotanas, o a los hornos en los que se convierten los salones de “15 años” y los “restaurantes” en los que se hacen los “makroeventos” en Bogotá.
A las 6:30 PM. Empezamos a hacer la fila para el almuerzo, un poco tarde pero más valía tarde que nunca, después de almorzar inicio el concierto a eso de las 8:00 PM. La banda encargada de abrir el show, fue Perpetual Witness, quienes sonaron dignos de una banda internacional, a mi parecer ya no son la típica bandita de “Europower”. Creo que ya encontraron su sonido… Y que sonido!
Luego llegaría Asdark, quienes me sorprendieron bastante, pues si resulta bastante difícil de creer que en la costa escuchen metal; es más difícil creer que también lo ejecuten… Y mas aun que lo hagan de una manera tan profesional, mucha energía la que irradian estos “costéños” en el escenario. Después vino Ursus, y lo digo sin temor a equivocarme en mis 16 años como rockera no había visto una banda nacional con tanta energía, y con unas letras que sin salirse de contexto resultan bastante contestatarias, a destacar la baterista, a quien el organizador presento ante el publico no como la mejor baterista de Colombia, sino como la única; y la verdad se que muchos (yo incluida) lo creemos.
Llegando la media noche el turno fue para Chaotic a quienes no veía en escena hace un par de meses, ahora su sonido ha mejorado bastante es un thrash metal potente, marcado y menos “chatarrero”. Que descarga que nos dio esta buena banda bogotana. A la 1: 15 AM. Llego la cena un delicioso caldo de costilla, el conocido “levantamuertos” que de verdad hizo volver en si a mas de un borracho, y mientras eso sucedía yo seguía impresionada por el comportamiento del publico, todos haciendo fila con sus bonos de la comida, todo en orden. “nunca me lo espere”
Llego el turno para Novilunion a quienes la verdad no veía desde Rock al parque 2002, otra buena banda a la que se le ve el esmero y el esfuerzo. (No como muchas otras que viven de sus glorias de hace 10 años, y se comportan como estrellitas). Geburah para muchos y para mi concepto propio fue la sorpresa de la noche. Que torrente de energía y técnica, que combinación tan bien hecha entre el hacer metal y el sentirlo, sin duda esta banda esta para grandes cosas.
Muy a las 5:10 Am. Inicio la banda Hyde, a decir verdad el sueño me vencía por momentos, quería dormir, pues nunca había escuchado a esta banda y no me motivaba mucho, pero pensé también en darles una oportunidad. Y que irónico la oportunidad me la dieron ellos a mí. Estos 5 músicos no son la típica banda que por el hecho de tocar hard se visten como se vistió Bon Jovi, o Tom Kneiffer hace 20 años. Su música lo es todo; unas composiciones dignas de una banda con futuro y una voz potente que hizo salir a más de uno de sus carpas. Cuando ya salía el sol apareció en escena otra buena banda de hard rock Midnigth quienes con unos buenos temas propios, algunos covers casi perfectos y un muy buen trabajo vocal cerrarían con broche de oro uno de los mejores conciertos de mi vida (Y de la vida de muchos según escuche en los buses al regreso).
Una excelente atención por parte del personal del club, y del transporte, un sonido impecable, un lugar hermoso, amplio y limpio; y una organización digna de credibilidad en un futuro, al tener en frente a una persona que dio la cara antes, durante y después del evento y que salio aplaudido por el publico y los mismo músicos en agradecimiento por su compromiso y cumplimiento.
Made in iron rock & metal fest II. Resulto ser casi un woodstock, 2 días de sol, cerveza, rock and roll, pero sobre todo de paz y tolerancia, este evento es el más claro ejemplo, del apoyo y el trato que deben tener las bandas nacionales, y mostró además que no importa la diversidad de géneros el rock es solo uno, es un solo sentimiento que hace valiosa y grata nuestra existencia. (Esperar a que la próxima vez haya una masiva asistencia de público)
Al finalizar, la organización hizo la invitación para la tercera versión del festival a llevarse a cabo en diciembre de 2007, si esto es así, ojala ya mañana fuera diciembre.
5 de Mayo de 2007 (sábado)
Llegué al punto de salida alrededor de la 1:00 PM, compré mi boleta y mientras el sol arreciaba encontré a decenas de personas apostadas en los andenes huyendo del calor de la tarde. Nos ubicaron en los buses a eso de las 2:30 PM, y allí empecé a ver que la cuestión iba en serio. En medio de una buena dosis de metal fuimos dejando la ciudad y cientos de latas vacías de cerveza, a las 5:15: llegamos al lugar, una hermosa finca enclavada en las montañas de Chinauta (Cund). Allí me lleve otra grata sorpresa: cero policías, ni un “calvo” nadie con bates, ni caras amenazadoras, fue el mismo organizador quien en la puerta nos dio la bienvenida y nos hizo las recomendaciones para el evento.
Todos entramos en perfecto orden, armamos nuestras carpas, y uno que otro alicorado fue directo a la piscina, que emoción ver a todo el mundo feliz, despreocupado de todo. Nada parecido a las frías bodegas bogotanas, o a los hornos en los que se convierten los salones de “15 años” y los “restaurantes” en los que se hacen los “makroeventos” en Bogotá.
A las 6:30 PM. Empezamos a hacer la fila para el almuerzo, un poco tarde pero más valía tarde que nunca, después de almorzar inicio el concierto a eso de las 8:00 PM. La banda encargada de abrir el show, fue Perpetual Witness, quienes sonaron dignos de una banda internacional, a mi parecer ya no son la típica bandita de “Europower”. Creo que ya encontraron su sonido… Y que sonido!
Luego llegaría Asdark, quienes me sorprendieron bastante, pues si resulta bastante difícil de creer que en la costa escuchen metal; es más difícil creer que también lo ejecuten… Y mas aun que lo hagan de una manera tan profesional, mucha energía la que irradian estos “costéños” en el escenario. Después vino Ursus, y lo digo sin temor a equivocarme en mis 16 años como rockera no había visto una banda nacional con tanta energía, y con unas letras que sin salirse de contexto resultan bastante contestatarias, a destacar la baterista, a quien el organizador presento ante el publico no como la mejor baterista de Colombia, sino como la única; y la verdad se que muchos (yo incluida) lo creemos.
Llegando la media noche el turno fue para Chaotic a quienes no veía en escena hace un par de meses, ahora su sonido ha mejorado bastante es un thrash metal potente, marcado y menos “chatarrero”. Que descarga que nos dio esta buena banda bogotana. A la 1: 15 AM. Llego la cena un delicioso caldo de costilla, el conocido “levantamuertos” que de verdad hizo volver en si a mas de un borracho, y mientras eso sucedía yo seguía impresionada por el comportamiento del publico, todos haciendo fila con sus bonos de la comida, todo en orden. “nunca me lo espere”
Llego el turno para Novilunion a quienes la verdad no veía desde Rock al parque 2002, otra buena banda a la que se le ve el esmero y el esfuerzo. (No como muchas otras que viven de sus glorias de hace 10 años, y se comportan como estrellitas). Geburah para muchos y para mi concepto propio fue la sorpresa de la noche. Que torrente de energía y técnica, que combinación tan bien hecha entre el hacer metal y el sentirlo, sin duda esta banda esta para grandes cosas.
Muy a las 5:10 Am. Inicio la banda Hyde, a decir verdad el sueño me vencía por momentos, quería dormir, pues nunca había escuchado a esta banda y no me motivaba mucho, pero pensé también en darles una oportunidad. Y que irónico la oportunidad me la dieron ellos a mí. Estos 5 músicos no son la típica banda que por el hecho de tocar hard se visten como se vistió Bon Jovi, o Tom Kneiffer hace 20 años. Su música lo es todo; unas composiciones dignas de una banda con futuro y una voz potente que hizo salir a más de uno de sus carpas. Cuando ya salía el sol apareció en escena otra buena banda de hard rock Midnigth quienes con unos buenos temas propios, algunos covers casi perfectos y un muy buen trabajo vocal cerrarían con broche de oro uno de los mejores conciertos de mi vida (Y de la vida de muchos según escuche en los buses al regreso).
Una excelente atención por parte del personal del club, y del transporte, un sonido impecable, un lugar hermoso, amplio y limpio; y una organización digna de credibilidad en un futuro, al tener en frente a una persona que dio la cara antes, durante y después del evento y que salio aplaudido por el publico y los mismo músicos en agradecimiento por su compromiso y cumplimiento.
Made in iron rock & metal fest II. Resulto ser casi un woodstock, 2 días de sol, cerveza, rock and roll, pero sobre todo de paz y tolerancia, este evento es el más claro ejemplo, del apoyo y el trato que deben tener las bandas nacionales, y mostró además que no importa la diversidad de géneros el rock es solo uno, es un solo sentimiento que hace valiosa y grata nuestra existencia. (Esperar a que la próxima vez haya una masiva asistencia de público)
Al finalizar, la organización hizo la invitación para la tercera versión del festival a llevarse a cabo en diciembre de 2007, si esto es así, ojala ya mañana fuera diciembre.